Sin paliativos. 4-0, exactamente el mismo 4-0 que en 2017 le endosó Cleveland a Toronto en el mismo escenario, las semifinales del Este. Por mucho que los Raptors fuera líderes de la conferencia al terminar la Temporada Regular, por mucho que los Cavs, y LeBron James, vinieran de exprimirse en su serie contra los Pacers, la historia se repitió con tanta exactitud que quizá lo que necesite Toronto es una revisión a fondo de qué está pasando. Un 10-0 desde el 2-2 en las Finales del este de 2016 no puede ser casualidad. En los momentos de la verdad, en los playoffs contra Cleveland, los Raptors ni la huelen.
Cleveland confirma lo esperado
Volvió a suceder anoche, aunque esta vez ciertamente nos lo temíamos. La canasta ensordecedora de LeBron el sábado, que supuso el 3-0 sobre la bocina, fue demasiado ya para Toronto. Los de Ontario no comparecieron en el cuarto y definitivo duelo. Cleveland necesitó menos de una mitad, la primera, para sellar todo. Ganaron los de Tyronn Lue por un claro 128-93. Ganó LeBron, quien a lomos de su propia leyenda, hecha un poco más grande en esta pos temporada, demostró que en su caso la edad, el cumplir años, el estar más cerca de los 35 que de los 30 es una anécdota.
LeBron James (34.0 PPG, 11.3 APG, 8.3 RPG) puts together a complete 2nd round performance, lifting the @cavs to the Eastern Conference Finals! #WhateverItTakes #NBAPlayoffs pic.twitter.com/beoLMLLOwc
— NBA (@NBA) 8 de mayo de 2018
James jugó 38 minutos, muy poco para lo que nos tiene acostumbrados en unos playoffs donde Cleveland ha respirado a través de él, de su líder. Y terminó con 29 puntos, 8 rebotes, 11 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Al descanso, después de un parcial de 33-21 Cleveland mandaba por 63-47. Toronto se había rendido. Pero no camino de los vestuarios, sino ya desde el sábado. Hay veces que el poder de la mente, el influjo que un rival tiene sobre ti es demasiado. Apunten el caso James y Cavaliers contra Toronto como una situación contemporánea digna de estudio. Al menos en la franquicia canadiense deberían revisar qué pasa, porque la excusa de medirse año tras año al mejor jugador del mundo no puede ser la única vía para entender todo. Tiene que haber algo más.
No solo LeBron
Tampoco sería justo edificar el éxito absoluto de los Cavaliers en LeBron y en LeBron. Así como en la ronda contra Indiana estuvo muy solo en líneas generales, salvo fogonazos puntuales de otros compañeros, el asunto fue diferente contra los Raptors. Kevin Love, anoche, 23 puntos, fina segunda ronda y final de la primera para él. Además, Kyle Korver, quien ha rendido estupendamente desde el puesto de titular y que se volvió a acercar a los 20 puntos. George Hill, superados o alejados sus problemas de espalda dirigió con solvencia y J.R Smith estuvo impoluto desde el triple (3/3).
Fracaso en Toronto
Da para un texto más profundo. En los Raptors fracasaron todos, el famoso banquillo potente no fue tal, DeMar DeRozan, quien terminó frustrado y expulsado, confirmó unos discretos, por se amables, playoffs y Kyle Lowry se despidió con un mediocre encuentro de 5 puntos y 10 asistencias. Y Serge Ibaka, terrible primavera para él, como si hubiera llegado fuera de todo a la post temporada. Dwane Casey, en el alero.
Cleveland espera rival en las Finales del Este. Por mucho que Toronto sea un desastre cuando llega la hora de la verdad, pocos esperaban un desenlace así, un 4-0 que hará descansar por fin a LeBron y que por encima del éxito para Cleveland, que se clasifica para sus cuartas Finales de conferencia seguidas, todas de la mano de James, señala directamente a Toronto y su fracaso. Uno nuevo. Muy ruidoso.