Segundo combate y segunda muestra de fortaleza por parte de los Cavaliers. Lejos de mostrar punto débil alguno, los chicos de J.B. Bickerstaff volvieron a golpear con todo a unos Magic que al igual que ocurrió en el Game 1 no pudieron competir por la victoria. Se esperaba una serie igualada, sí, pero la realidad es que Cleveland ha puesto el 2-0 en la serie con una clara superioridad que anoche definió con un 96-86.
Es obvio que diez puntos de diferencia no es demasiado en el baloncesto actual, pero más allá del margen final, la realidad es que los de Ohio tuvieron controlada la noche de principio a fin. Tras el primer cuarto vencían por 12 puntos y desde ese momento los de Jamahl Mosley fueron incapaces de asustar lo más mínimo a su rival. Ahora toca ir a Florida y esto puede cambiar, pero la balanza está claramente decantada en la actualidad a favor de los Cavs.
«Es muy satisfactorio. Demuestra que hemos crecido no sólo como equipo sino también como individuos. No bajamos los brazos bajo presión. Tenemos nuestros momentos, pero en general siento que hemos dado un gran paso», comenta Jarrett Allen, autor de un doble-doble de 16 puntos y 20 rebotes.
Lo cierto es que Cleveland se está mostrando como un equipo muy duro. Si antes de empezar la serie muchos hablaban de la gran defensa de Orlando, ahora los Cavaliers están demostrando que ellos también están capacitados para morder; tanto es así que han dejado a los Magic en 83 y 86 puntos en lo dos primeros encuentros de la eliminatoria.
Al fantástico rendimiento de Allen se unió una vez más el liderazgo de un Donovan Mitchell que volvió a hacer de todo para concluir con 23 puntos, 8 asistencias, 4 rebotes, 1 robo y 1 tapón. Además, Evan Mobley logró 17 tantos y Darius Garland otros 15.
¿Cuestión de acierto?
En Orlando piensan que sí. En una nueva batalla física ganada por los Cavs, la sensación de Paolo Banchero es que simplemente deben encontrar ese punto de acierto que les está faltando. Así lo expresa el alero, autor de 21 puntos. «Tenemos que encestar tiros, ese es el sentido del juego. Es frustrante para todos cuando sigues lanzando y no entra. Por la forma en que se han desarrollado estos dos partidos, creo que nadie piense que esto continuará igual cuando regresemos a casa», avisa.
Aunque Banchero no estuvo mal con un 9 de 21 en tiros de campo, los Magic se combinaron para un 36,3%, incluyendo un doloroso 5 de 17 por parte de su otra estrella, el alemán Franz Wagner.
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)