Los Cleveland Cavaliers cosecharon su séptima victoria consecutiva al imponerse a los Pistons por 112 a 88 en ausencia de su backcourt titular, Darius Garland y Donovan Mitchell, ambos lesionados en el choque anterior frente a Boston.
En ausencia de su dúo estrella sus interiores dieron un paso al frente, sobre todo un Kevin Love que se quedó a las puertas del triple-doble. El veterano jugador guió la batuta de los Cavs con 21 puntos, 8 rebotes y 10 asistencias mediante un 4 de 7 en triples.
«Respetamos un montón a Darius y Donovan, pero tenemos a otros jugadores realmente buenos. Esta noche hemos demostrado lo buen equipo de baloncesto que somos y la profundidad de nuestra plantilla», destacó JB Bickerstaff.
Los Cavs cambiaron radicalmente su juego atacando a los Pistons por dentro. Obtuvieron una ventaja de 58-24 puntos cosechados en la pintura. Asimismo, su segunda unidad también se mostró mucho más entonada por 54-21 contra los de la Motor Town.
«Nuestro objetivo esta noche era el de aportar lo mismo que nuestras dos estrellas», admitió un Jarrett Allen con 23 puntos y 7 rebotes. «Sabíamos que teníamos que ganar como equipo, lo que significa compartir el balón, asegurarnos de que todo el mundo participa y que lo hicieramos juntos», explicó.
En los Pistons, el sophomore Cade Cunningham lideró su ataque con 19 puntos, aunque solo pudo conseguir cuatro en el último periodo; y su máxima anotador, Bojan Bogdanovic, apenas pudo conectar un 2 de 9 en tiros de campo.
«Perdimos la compostura. Cuando subieron su defensa, perdimos la cabeza», admitió Dwane Casey. «Tenemos que volver a los fundamentos. Cuando un buen equipo nos persigue, no podemos olvidar lo que hemos estado trabajando», explicó.
Los de Detroit no atraviesan su mejor momento con tres derrotas seguidas y ocho en los últimas nueve jornadas que han disputado.
Extraterrestre Mobley
El jugador de segundo año Evan Mobley marcó un nuevo hito en su carrera deportiva con 11 puntos, 8 rebotes y un nuevo récord personal de ¡8 tapones!
«No fueron solo ocho tapones, fueron ocho tapones que retuvieron nuestra posesión y lo hizo sin cometer ninguna falta», señaló Bickerstaff. «Es algo de la vieja escuela de lo que estamos hablando», reconoció.
(Fotografía de portada: Maddie Meyer/Getty Images)