Los Chicago Bulls han dado el primer paso para volver a los playoffs de la NBA. Con su victoria por 131-116 ante los Hawks, los de Illinois se llevaron su primer choque de play-in y se clasificaron para el segundo y definitivo partido, en el que, como ya ocurrió el año pasado, se verán las caras con los Miami Heat para pelear por la octava plaza. Unos Heat que esta vez podrían llegar sin Jimmy Butler y ser una presa más asequible para los de Donovan.
A su vez, los Bulls parecen un rival más peligroso, en gran parte gracias a la irrupción de un Coby White que ya dejó claro esta madrugada que quiere volver a las eliminatorias. Con 42 tantos, el base firmó de hecho el mejor partido de su carrera, y empezó a demandar que este vaya siendo considerado su equipo hasta cierto punto. La defensa de Atlanta, tan endeble como durante el resto del curso, no encontró la forma de evitar que atacara una y otra vez la pintura y finalizara cerca del aro, lo que hizo que no solo liderase el duelo en anotación sino que lo hiciese con una gran eficiencia al convertir el 71,4% de los tiros de campo.
White brilló especialmente en el tramo final del tercer cuarto, en el que, con sus canastas y asistencias, comandó un parcial de 22-4 que convirtió un choque igualado en uno resuelto en cuestión de un par de minutos. Los Bulls llevaron la diferencia por encima de los 20 tantos y convirtieron el United Center en una fiesta en el último periodo, en el que Coby dio continuidad a su festival anotador y terminó de sentenciar el pase a la siguiente ronda.
Su actuación estuvo secundada por los 24 puntos de Nikola Vucevic, que aportó además 12 rebotes, y los 22 de DeMar DeRozan, que estuvo en pista en todos los buenos momentos de su equipo y terminó con un +27 en su casillero. Ayo Dosunmu, por su parte, terminó con 19, y brilló en una primera mitad en la que ayudó a Chicago a abrir distancia y a establecer su dominio en un duelo en el que, desde que tomaron la delantera mediado el primer cuarto, nunca volvieron a ir por detrás.
¿Y ahora qué?
Así, los Hawks pusieron fin a su temporada sin plantar siquiera demasiada pelea, cerrando un curso decepcionante de la misma forma que ha transcurrido. Y dejando de paso muchas dudas con respecto a lo que vendrá. Este proyecto, que tocó techo con las Finales de Conferencia de 2021, parece ahora mismo bastante estancado y casi agonizante, y hay quien ya se pregunta si ha sido este el último encuentro que Trae Young y Dejounte Murray han jugado juntos. Ya hubo rumores en el cierre de mercado, y muy probablemente estos se intensificarán en verano. Pero en cuál de los dos nombres se centrarán es aún un misterio.
Hoy fue Murray quien más dio la cara, pues con sus 30 puntos trató de sacar al equipo adelante pese a la escasa ayuda. Trae, por su parte, firmó un doble-doble de 22 tantos y 10 asistencias, pero su 4/12 en el tiro y sus 6 pérdidas dejan mucho que desear. Y sobre todo, refuerzan la sensación que empieza a ser relativamente común de que el equipo no mejora cuando él está en pista.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)