Las cosas vuelven a ir bien en Dallas. Tras siete partidos sin Luka Doncic que se saldaron con un balance de 3-4, el esloveno volvió anoche a las pistas y lo hizo con una lección de baloncesto que permitió a los texanos sumar su triunfo número 33 de forma relativamente plácida. El cuadro de Carlisle venció por 130-11 a unos Sacramento Kings que nunca estuvieron cerca en la segunda mitad y que siguen alejándose de los puestos de playoffs en una temporada de lo más irregular.
Doncic no necesitó más de 31 minutos para confirmarse como el mejor jugador del encuentro, pues terminó con 33 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias que le hicieron quedarse a las puertas de un nuevo triple-doble. El base estuvo sensacional desde el principio, y a base de canastas inverosímiles o de asistencias de mucha clase puso en pie a un American Airlines Center que disfrutaba viendo cómo todo lo que Luka aportaba antes de su lesión seguía estando ahí. Con él en pista, el parcial fue de +30 favorable a Dallas, lo que habla a las claras de su enorme actuación y de su importancia en un equipo que necesitaba su vuelta.
Su mejor aliado fue Kristaps Porzingis, que con 27 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones firmó también un choque descomunal. Por su parte, Tim Hardaway Jr. se fue hasta los 19 tantos, mientras que Seth Curry terminó con 18 tras convertir un 70% de sus lanzamientos.
Demasiadas facilidades
«Por alguna razón, no parecía que tuviésemos la necesidad de esforzarnos en defensa». Así resumió Luke Walton la actuación de su equipo, que se pasó toda la segunda mitad con una desventaja de dobles dígitos y nunca pareció estar en disposición de reducirla. La ofensiva de los Mavs fue demasiado para un equipo que sigue teniendo problemas para encontrarse a sí mismo y que en esta ocasión ni siquiera vio la mejor versión de sus hombres más importantes.
Sin ir más lejos, De’Aaron Fox no fue capaz de pasar de los 16 puntos, mientras que Bogdan Bogdanovic se quedó en solo 6 tras firmar un desastroso 1/9 en el triple. Quien estuvo algo más fino fue Buddy Hield, máximo anotador de los californianos con 22 tantos, aunque su 38,1% de efectividad demuestra que no estuvo precisamente ante su actuación más lúcida. El bahameño encontró algo de apoyo en la segunda unidad, pues Kent Bazemore y Harry Giles III aportaron 15 y 11 puntos respectivamente, pero fue insuficiente para pelear siquiera por el triunfo ante unos Mavs más inspirados y con más recursos.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)