Cooper Flagg ya tiene su primera victoria en la NBA

Flagg brilla, da espectáculo y estrena su casillero como profesional ante los Raptors

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Por Aitor Darias

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Solo habían transcurrido dos partidos de liga regular, pero la cosa empezaba a estar tensa en Dallas. Las primeras dudas serias sobre el proyecto y los primeros cánticos de ‘fire Nico’ habían surgido al ver a los texanos colocarse con un balance de 0-2, pero se han acallado esta madrugada con la primera victoria. Los Mavs han calmado las aguas al imponerse a los Toronto Raptors por 139-129, respondiendo de forma coral a la tensa situación y ganándose algo de tranquilidad durante al menos unos días.

Este no solo ha sido el primer triunfo del equipo este curso, sino también el primero de la carrera de un Cooper Flagg que fue en gran parte responsable del mismo. El novato, que está yendo a más en cada partido que disputa, se fue hasta los 22 puntos y dio un auténtico espectáculo atacando el aro tanto en estático como en transición, confirmando que, incluso si este es solo el inicio de una carrera que irá a más, está listo para ser importante en estos Mavs desde ya.

Y eso, dadas las necesidades del equipo, es una grandísima noticia.

«Los aficionados han estado con nosotros durante estos tres partidos, pero siento que hoy ha sido la primera vez que de verdad les hemos ofrecido algo digno de emocionarse y de ponerse en pie» afirmó el novato, que fue quien, con sus mates, hizo estallar varias veces al American Airlines Center e insufló de energía a los suyos.

Pero Flagg no solo estuvo enérgico y agresivo. El rookie brilló también en las labores de director por su cuidado de balón, pues fue capaz de repartir 4 asistencias sin cometer ninguna pérdida, demostrando un crecimiento exponencial en las labores de base que Kidd quiere que ocupe. De hecho, se convirtió en el segundo jugador en la historia en terminar un partido con 20 o más puntos y ninguna pérdida con menos de 19 años, algo que solo Kobe Bryant había logrado hasta la fecha.

Los veteranos también suman

Pero Cooper no fue, obviamente, el único en tirar del equipo. Dallas contó con la imprescindible ayuda de los dos hombres llamados a comandar esta plantilla hasta al regreso de Irving, pues tanto Anthony Davis como D’Angelo Russell se erigieron como líderes anotadores en una noche en la que un nuevo tropiezo habría sido crítico. Con 25 y 24 puntos respectivamente, llevaron a la práctica su teórico papel de líderes y lograron que, por unos días, todo lo que se diga con respecto a la franquicia tenga ya otro tono.

El camino a seguir ya lo conocen. Ahora tendrán que no salirse de él demasiado a menudo.

(Fotografía de portada: Jerome Miron-Imagn Images)

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