DeMarcus Cousins se mide hoy por primera vez ante su ex-equipo, los Sacramento Kings. El pívot fue traspasado durante el parón del All-Star y posteriormente reconoció sentirse relativamente molesto con la directiva de la franquicia de California. Sin embargo, para él este es un partido más. O al menos eso dice.
«Es otra oportunidad para salir a la cancha, jugar duro y tratar de conseguir la victoria», dice el pívot. «Disfruté mis años ahí y tuve buenas amistades, será bueno ver a esos chicos de nuevo, ya que desde antes del All-Star no los veo. Será bueno volver a verles y reírnos juntos, pero el partido es solamente otra oportunidad para mejorar, así es como estoy encarando el partido. No es nada personal, mi único objetivo es ganar, sería egoísta por mi parte el convertirlo en algo que gire en torno a mí», añade Cousins.
El pívot fue el jugador franquicia y líder del proyecto de Sacramento desde que fue elegido en el draft, aunque nunca consiguió disputar ni siquiera un solo partido de playoffs.