Cousins: «Quiero mi número colgado en Sacramento»

DeMarcus Cousins es, a sus 25 años, uno de los mejores jugadores de la NBA. Sin embargo, a pocos escapa que ha ocupado hasta ahora con más frecuencia titulares por historias, cuentos o rumores que por su buen hacer en la cancha.

Quizá ‘buen hacer’ se quede corto para lo que ofrece un jugador que viene de promediar la pasada temporada 24,1 puntos, 12,7 rebotes, 3,6 asistencias, 1,5 robos y 1,7 tapones, números que solo alcanzaron en la historia reciente mitos tan elevados como David Robinson, Hakeem Olajuwon, Kareem Abdul-Jabbar o Kevin Garnett.

Entonces, ¿cómo centrar la atención mediática en su baloncesto y apartar los focos de lo que lo rodea? El de Sacramento Kings asegura tener la clave y la explica en una entrevista extensa e intensa con la revista SLAM que hemos querido traducir.

PREGUNTA: Las estadísticas de algún modo lo dicen, ¿pero crees tú que eres el mejor hombre alto de la NBA?

RESPUESTA: En mi opinión, no hay color entre yo y el siguiente jugador. Diría que el siguiente es AD (Anthony Davis), pero no está ni cerca, en mi opinión. Ni cerca.

P: Entonces, ¿cómo vas a conseguir el crédito que crees que mereces?

R: A estas alturas todo gira en torno a ganar. Tengo los All-Star. Tengo el Team USA. Mi nombre está ahí fuera. Es simplemente ganar, liderar un equipo. Quiero decir, desde el punto de vista del talento sé que estoy muy por encima del resto de jugadores interiores -así que ahora solo queda ganar.

P: Todos los que te conocen dicen que la imagen que se da de ti no concuerda con lo que eres. ¿Cómo cambias eso? ¿Te han dado tu madre, tus amigos o incluso Coach Cal (John Calipari) algún buen consejo?

R: Realmente no hay consejos porque todos ellos me conocen. En su opinión, ¿qué coño hay que cambiar? Me he sentado y he pensado sobre ello, he analizado a otros jugadores y, joder, gana, y te aceptarán por quien eres. Puedes ser un jodido adicto al crack y te amarán. Si ganas, se barre todo bajo la alfombra.

P: ¿A qué estamos considerando ganar?

R: Tal y como estamos, los Playoffs serían una temporada perfecta. Aunque el cielo es el límite, creo que todo es posible. Lo piensas, lo hablas y entonces puedes hacerlo realidad.

P: ¿Cuándo empezaste a ejercitarte, cuándo tenías 12 años?

R: (Ríe) Es fuerza del campo. Fuerza natural.

P: Creciendo en Alabama con esa fuerza, ¿cómo es que no que te orientaste hacia el fútbol (americano)?

R: Como todo el mundo en Alabama, jugué. Pero era demasiado alto, larguirucho y delgado. Mi madre no quería que jugara, pensaba que me haría daño, y me obligó a empezar a jugar a baloncesto.

P: ¿Y te enamoraste de este deporte inmediatamente?

R: Nah, no podía soportar el basket. Pero cuanto más jugaba, más empezaba a apreciarlo.

P: Ahora mismo estás muy calmado. Pero cuando estás jugando tu mentalidad parece cambiar. ¿Eres consciente de ello? 

R: Es algo que pasa. No sé. Es difícil para mi explicarlo porque estoy en el momento. Soy de una forma en la cancha y totalmente diferente fuera de ella. Es una de las cosas que de algún modo me molestan también: Tienes a un tío en la cancha, intentando arrancarte la jodida cabeza, intentando hacer lo que sea necesario para ganar. Fuera de ella, estoy tranquilo. Es la mejor forma de estar. Frío, relajado.

P: ¿Tienes un hype especial cuando juegas contra equipos como Cleveland, Golden State o los de L. A.?

R: Me levanto para cada partido. Me gusta competir. No importa si son los Sixers, los Celtics o los que sean.

P: ¿Te gusta que el otro equipo tenga un hombre grande con el que pegarte? 

R: Mi rival favorito son los Clippers. Vale, puedo decir que me motivan partidos como ese. Es un gran partido para mi.

P: Por alguna razón, siento que es ‘el bien contra el mal’ cuando juegas contra Blake y compañía.

R: Cierto. (Ríe) Cierto. Es el ‘poster boy’ contra el ‘bad boy’.

P: ¿Cómo mantienes el amor por este deporte cuando no dejas de perder?

R: Me encanta hacer esto. Como, duermo y cago baloncesto (ríe).

P: Kobe, LeBron… Jugadores como ellos vuelven cada verano con un movimiento nuevo que los defensas no conocen. ¿Como encaras el verano?

R: Intento trabajarlo todo. Quiero mejorar en cada área. En eso estoy de acuerdo con ellos: siempre quiero traer algo que los demás no hayan visto antes. Este año diría que es tirar triples. Me ha estado beneficiando hasta ahora.

P: Por cierto, LeBron dijo el otro día que sintió que su cuerpo cambió a los 26. Que no podía comer comida basura y jugar, que tenía que llegar temprano, estirar, hacer yoga. ¿Has llegado ya a ese punto?
R: Créeme, sé de lo que habla. Lo estoy notando ahora, así que entiendo perfectamente lo que dice. Este es tu negocio, esta es tu fuente de dinero, tienes que cuidarla.

P: Entonces, ¿qué tiene de diferente este año?

R: Más horas en el gimnasio. Llegar dos horas antes, salir dos horas después. Simplemente una puesta a punto constante.

P: Por la misma razón, ¿ves muchos vídeos?

R: En realidad estoy tirando hacia ello ahora. La mayor influencia ha sido Rondo. Él lo hace mucho, mucho. Y ya sabes, nos sentamos juntos en el avión y es algo constante.

P: Parece que estáis empezando a cambiar de página, como si estuvierais cambiando la energía. ¿Qué piensas sobre la ciudad?

R: Me encanta Sacramento. La considero mi hogar, así que ese no es el problema. Perder lo es.

P: ¿Estás trabajando en tu legado?

R: Todo lo que entra en juego. Quiero que mi legado esté aquí, quiero mi número colgado aquí. Quiero que la historia sea que cambié las cosas en Sacramento.

P: Creo que veo mucho de Kevin Garnett en ti. Desde tu estilo de liderazgo hasta la forma en la que te mueves. ¿Tú lo ves?

R: Puede ser. Pero esto es la conclusión que he sacado: ganar lo tapa todo. Si KG hubiese perdido siempre y fuera la misma persona, pensarían que es la peor persona de todos los tiempos. Esa es básicamente la situación en la que me encuentro. Ya que estoy perdiendo y nadie quiere a un perdedor, todos quieren a un ganador. Así funciona. No veo diferencias entre Joakim (Noah) y yo. Como mucho, creo que él tiene más momentos locos que yo. Pero lo suyo es pasión, lo mio es actitud o problemas de ira.

P: ¿Has aceptado que no puedes cambiarlo de otra forma que no sea ganando?

R: No voy a cambiar. Soy quien soy. Estoy muy cómodo en mi piel. Como he dicho, todo cambia cuando ganas.

P: Así que el objetivo es ganar y tienes que pasar de ser un gran jugador a ser un ganador. ¿Cómo adoptas esa mentalidad?

R: Lo más importante es que es fácil liderar cuando ganas. Es fácil decir todo lo correcto. Cuando atraviesas todas las dificultades y estás perdiendo y estás en el pozo, ahí es donde se muestra quién es el líder real, así lo veo yo. Es fácil liderar cuando estás ganando. Qué hay de difícil, ya estás ganando. Así que creo que el verdadero líder aparece en los momentos difíciles.

(En este momento el periodista de SLAM le habla de una situación dada tras un partido. Un hombre conocido y ‘respetable’ se acerca a un periodista y le dice ‘Si alguien tuviera una pistola en mi cabeza y me dijera que tengo que elegir a un jugador para representarme en un 1 contra 1, donde si tu jugador gana vives y si pierde mueres, elegiría a DeMarcus por encima de cualquier otro. Al fin y al cabo, no hay nada que no pueda hacer – y odia perder»).

P: ¿Es tan fácil para ti como parece?

R: ¿En la cancha? Desde luego, es fácil. Nadie puede defenderme.

P: Con otros hombres altos parece trabajo. Contigo, conseguir 25 puntos y 12 rebotes parece que simplemente sucede.

R: Odio que suene engreído, pero es fácil.

P: Entonces, ¿eres el mejor grande en la NBA?

R: De lejos.


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