Aunque los Clippers ya poco tienen que decir en el Oeste, encandenar un triunfo siempre es miel para los labios.
Y si encima tienes a un experto en eso de mover y botar la bola rápido para hacer que la defensa sufra más, pues se logra lo visto anoche. En la última posesión del partido, Jamal Crawford fue quien tomó las responsabilidades.
Toda la afición de los Jazz pendiente, y el veterano escolta decidió que se lo iba a jugar todo con un triple. Cuando entró, ya no quedaba más por jugarse y los angelinos arrancaban un sufrido triunfo por 99-102. Buzzer beater.