Crónica de la técnica «fantasma» de Draymond Green

Hay pocos jugadores más expresivos a la hora de mostrar su desagrado con una decisión arbitral en contra que Draymond Green. Una práctica que le ha convertido en un habitual de las técnicas en partidos de todo tipo. Ya sea en duelos de trámite en temporada regular, o con los títulos en juego, Green vive el juego con una intensidad única. Quizás por eso, nadie arqueó una ceja cuando la mesa de anotación anunciaba una falta técnica al ala-pívot de los Warriors tras protestar una falta en el primer cuarto.

Juego de técnicas


En un salto entre dos, su forcejeo con Iman Shumpert terminó con un codazo al escolta de los Cavaliers le costaba a Green una falta personal, y su airada protesta (aparentemente) una técnica. Al menos así lo interpretó la mesa y el box-score oficial de la NBA. A 1:55 del final del primer cuarto, Draymond Green constaba en el acta arbitral con una falta técnica en su cuenta.

En el tercer cuarto, un forcejeo entre Kevin Love y Draymond Green terminó con falta del ala-pívot de los Warriors, recibida con desagrado por el infractor, aunque nada especial para el estándar habitual de Green en estos casos. Ante el asombro del banquillo de Golden State y del propio Green, el árbitro Mike Davis señalaba una técnica al jugador. Con el partido aún abierto, todo indicaba que Golden State iba a quedarse sin su mejor defensor por una segunda técnica extremadamente rigurosa.

El extraño cambio arbitral


Pero lo extraño no acababa ahí. Draymond Green seguía autorizado a seguir en cancha, finalizando el partido con relativa normalidad. La explicación fue surrealista. La primeta técnica a Green, según los árbitros, no existió. En su versión, había sido señalada originalmente a Steve Kerr, quien se había levantado de forma airada a protestar tras la falta a Iman Shumpert.

Nadie en la mesa lo interpretó así en el momento. Nadie reaccionó cuando la megafonía del «Q» de Cleveland anunciaba la técnica a Draymond Green. En el mejor de los casos fue una error de comunicación imperdonable. En el peor, una extraña fórmula del trío arbitral para rectificar una expulsión a Draymond Green claramente innecesaria.

Sin consecuencias trágicas


No serviría para que los Warriors volvieran a meterse en el partido. La ventaja de Cleveland, tras una primera mitad excepcional, era suficiente para asegurar un claro triunfo por 21 puntos, y ganarse la supervivencia al menos hasta el lunes, con la serie volviendo a Oakland para el quinto partido. Pero John Callahan, Marc Davis y John Goble, los árbitros del Game 4, acapararon un protagonismo que nunca debían haber tenido. Al menos, el apabullante baloncesto visto en Cleveland, particularmente del equipo local, acabó imponiéndose en unas Finales otra vez apasionantes.

Como ejemplo de la extraña situación de la primera táctica, ni siquiera los dos afectados directamente tenían la misma información. En la rueda de prensa post-partido, Steve Kerr explicó que «creí que se la habían señalado a Draymond. Pensé que se la merecía». Por contra, Green afirmó que John Callahan, uno de los árbitros, ya le había aclarado que la primera técnica había sido para Kerr, no para el jugador. El resultado convirtió la acción en anécdota, pero la NBA no puede permitirse muchas chapuzas arbitrales así en un escenario así.


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