Sin duda, una de esas anécdotas que cualquier aficionado guarda en su memoria y que ha acabado persiguiendo siempre a Dwight Howard allá por donde fuera.
5 de abril de 2012. Orlando Magic acababa de perder ante los Knicks, continuando una racha perdedora que empujaba al equipo a quedarse como sextos en el Este. El clima sobre posibles cambios en el vestuario llevaba un tiempo mascándose, pero nadie se imaginaba que todas esas decisiones ya se habían tomado.
Al acabar el partido, Stan Van Gundy, entrenador de Orlando por aquella época, estaba hablando con los periodistas sobre lo sucedido durante el encuentro. Howard, tal y como contó anoche en el programa The Jump de ESPN, se encontraba cerca de su técnico. Según el jugador, algunos periodistas le aconsejaron que demostrara que estaba bien con Van Gundy, y ahí fue cuando se produjo la mítica escena. (Aquí puedes ver el vídeo de toda la secuencia. Howard aparece en el 2:46)
“Me dijeron: ‘Deberías acercarte a Stan y dejar que todos sepan que estáis bien’. Así que dije OK, no tengo ningún problema con Stan”, confesó Howard. El pívot se acercó a Van Gundy y puso su brazo sobre el hombro del técnico, como si fueran los mejores amigos del planeta.
“Salí y puse mi brazo alrededor de Stan. Él dijo algo rápido, yo también, y él se marchó de allí”, añadió Howard.
Lo que no sabía el jugador en esa bizarra imagen es que minutos antes de que él apareciera delante de los medios, Van Gundy había confesado que Howard había pedido a los dirigentes del equipo que le despidiesen como entrenador de los Magic.
“Cuando surge que uno de los jugadores con un perfil más alto en la liga ha pedido que su entrenador sea despedido, la verdad que es toda una historia”, dijo Van Gundy instantes antes del paripé de Howard. El técnico acabaría siendo despedido un mes después de este episodio.
Recuerdo cruel
Howard confesó anoche que todo lo sucedido hace seis años en esos minutos delante de los medios fue “el peor momento de su vida. Ese día me dijeron que Stan había dicho que yo quería que le despidiesen. Y yo estaba como: ‘¿Qué? Nunca dije eso’”.
“La verdad que nunca tuvimos mala relación. Él era realmente intenso cuando se trataba del baloncesto. Y cuando perdía, si alguna vez alguien se hubiera fijado en él, lo primero que piensa es que estaba loco. Pero aparte de eso, Stan es increíble. No tengo problemas con él. Pasamos por esa situación en Orlando, creo que mucha gente se aprovechó desproporcionadamente. Pero Stan es un gran tipo. Lo pasamos bien juntos”, dijo Howard.