Partido de auténtica locura el que vivieron los Detroit Pistons y los Chicago Bulls en el United Center. Ambos equipos necesitaron hasta cuatro periodos extra para decidir el ganador del duelo.
«Wow. No tengo palabras para describir esto», dijo un exhausto Andre Drummond tras el choque.
El pívot de Detroit tuvo 33 puntos y 21 rebotes, y Reggie Jackson agregó 31 puntos y 13 asistencias para guiar a los suyos al triunfo por 147-144.
Jimmy Butler cosechó el récord anotador de su carrera con 43 puntos. En sus manos tuvo la opción de darle la última ventaja a los Bulls, pero su lanzamiento no entró a falta de 4,7 segundos para el final.
Su compañero Derrick Rose se fue hasta los 34 puntos, pero llegó a lanzar hasta 34 veces a canasta. Pau Gasol sumó un nuevo doble-doble en el curso con 30 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias y 5 tapones.
«Esperábamos ganar», admitió Butler. «Cuatro prórrogas. Nosotros no hicimos esto. No protegimos nuestra cancha», agregó.
Con la derrota ante los Pistons, el conjunto de Fred Hoiberg vio cortada su racha de cuatro triunfos consecutivos. «Hemos luchado, hemos puesto todo en la pista, y perder tras cuatro prórrogas en casa te rompe el corazón», admitió Gasol.
En toda la historia de la franquicia, es la segunda vez que los Bulls juegan un encuentro con cuatro prórrogas. El primero fue en 1984, una victoria ante los Portland Trail Blazers.
¿Diversión o tortura?
«Tal vez para ustedes haya sido divertido. Pero creo que para Fred (Hoiberg) y para mí ha sido insoportable«, dijo Van Gundy. «Ha sido una noche épica», matizó.
Drummond jugó con fuego durante todo el tramo final del choque, ya que acumulaba cinco personales y se situaba a tan solo una de la eliminación. El pívot reconoció su enorme cansancio: «Estoy más feliz que cansado ahora mismo. Pero estoy seguro de que cuando llegue al avión nadie escuche una palabra mía».