Triunfal paso de por el día de Navidad de Golden State Warriors. El equipo de Steve Kerr se impuso en el duelo de líderes del Oeste ante Phoenix Suns (116-107) gracias a una destacada actuación de su estrella, Stephen Curry. El base le ganó la batalla particular a Chris Paul, que también hizo un gran partido, y acercó a su equipo a la victoria.
Era el plato fuerte del menú navideño y la verdad es que no decepcionó. A pesar de las bajas de algunos de sus titulares, los Warriors entraron al partido sin complejos y con toda la intención de demostrar que son el mejor equipo de la liga. Al termino del primer cuarto los de Kerr ya mandaban por seis puntos de diferencia y Steph (11) ya era el máximo anotador del encuentro.
La reacción de los Suns no se hizo esperar y el partido se igualó en el segundo y tercer cuarto. Un inspirado CP3 actuó como el líder que su equipo necesitaba y los de Phoenix entraron al periodo decisivo con el partido empatado. Fue entonces cuando emergió la figura de Otto Porter Jr, que anotó 13 de sus 19 puntos en los minutos finales acompañado por los 10 de un brillante Curry. El juego coral de los Warriors no dio opción a los Suns y la victoria se fue para la bahía.
En el apartado estadístico el jugador más destacado fue la estrella de los Warriors. En su meteórica carrera hacia el MVP, Curry volvió a firmar otro partido espectacular: 33 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias. Aunque parezca mentira, es la primera vez que Stephen supera los 20 puntos en el día de Navidad, un partido que históricamente le costaba. Además, Porter Jr. terminó con su mejor anotación esta temporada, 19 puntos, y un destacable 61% en tiros de campo sin haber cometido ninguna perdida de balón.
Las mejores defensas cara a cara
Se enfrentaban los dos mejores equipos en rating defensivo y el duelo lo decantaron los jugadores de los Warriors. Draymond Green recordó al de su mejor versión versión y terminó el partido con 3 robos y 3 tapones. A él se le unieron Gary Payton II y Juan Toscano-Anderson, dos jugadores que cumplieron su papel a la perfección y mantuvieron alta la intensidad defensiva de su equipo durante todo el partido.
La otra cara de la moneda fueron los Suns. Los de Monty Williams permitieron más de 30 puntos a su rival en el primer y último cuarto del partido y, probablemente, por ahí se les escapó la victoria. La buena imagen que mostró Paul contrastó con una pobre actuación de Devin Booker. El que es la imagen de la franquicia se quedó sin anotar en el último cuarto y terminó el partido con 13 puntos en 40 minutos de juego. La derrota supuso todo golpe anímico para los Suns, que ceden el primer puesto en la tabla clasificatoria a sus rivales.
(Fotografía por Christian Petersen/Getty Images)