Tony Paker se lesionó contra Houston. Kawhi Leonard no pudo ni acabar el primer partido contra Golden State. Con esos dos golpes, bajar los brazos hubiese sido lo lógico para muchos. No para Manu Ginóbili.
El escolta de San Antonio Spurs está demostrando un amor propio que solo tienen los mejores de este deporte, y que pocos logran mantener en todo lo alto a los 39 años. A nivel estádistico hablamos de 13,3 puntos en 16,3 minutos por noche ante los de Oakland. A nivel moral no se puede medir. Tal es el despliegue del argentido que Stephen Curry se rinde a sus pies.
«Es muy divertido verlo jugar, pero no defenderlo. Siempre juega con un plus de creatividad que le sirve para intentar algo más. Parece que nunca envejece. Es muy especial jugar con él. Incluso en los playoffs de 2013, cuando anotó grandes tiros contra nosotros. Es un grande del baloncesto y de la NBA. Quiero saber dónde está esa fuente de la juventud, así puedo intentar conseguir un poco para el resto de mi carrera», expresó tras el ‘Game 3’.
Camino por delante
Son 39 años de edad y otros cuantos los que lleva peleando en la mejor liga del mundo contra gigantes, pero aún es pronto para retirarle. «Todo el mundo en la liga lo respeta. Hace mucho que juega y sólo pasan cosas positivas cuando está en la cancha. Ha demostrado que puede jugar un par de años más», sentencia Mike Brown.