En el cuartel general de los Warriors ha dolido mucho lo sucedido anoche ante los Rockets. Perder ante un equipo que tiene de su lado a James Harden entra dentro de una lógica deportiva, pero hacerlo cuando llevas una ventaja de 20 puntos y juegas en casa, ya es un asunto más delicado. Y justo bajo ese tono se expresó Stephen Curry al finalizar el encuentro de anoche.
El base de Golden State dijo que «desde luego» no se puede «perder un partido que estabas liderando de esa manera, no puedes perderlo jugando como local». El motivo de la derrota puede deberse a «una rotación [de banquillo] algo lenta o que hayamos estado demasiado perezosos a la hora de gestionar la ventaja, pero perder el liderazgo de un encuentro de esa manera es algo difícil».
Curry también quiso alabar el desempeño de los Rockets afirmando que lo que los aficionados pudieron ver anoche es «baloncesto de un altísimo nivel. Hay que esperar que si nosotros somos capaces de encargarnos de nuestros asuntos, ellos también lo van a hacer, por lo que sí que podríamos volver a vernos las caras en playoffs».
Lo que le faltó a GSW
Kay Thompson también dio su versión de lo sucedido. El escolta remarcó que a los Warriors les había faltado «instinto asesino durante la segunda parte. Creo que nos hemos relajado demasiado».
Tres derrotas en los últimos tres partidos como locales son un quebradero de cabeza para jugadores y técnicos de los actuales campeones de la NBA. En palabras de Thompson, «no estamos seguros de qué está sucediendo, pero vamos a seguir ahí para volver a hacer lo que sabemos hacer. Se trata de un año diferente a los anteriores. Es cierto que no estamos barriendo a los rivales, pero aún seguimos 11 victorias por encima del 50%, con una buena oportunidad de mejorar el balance de aquí al All-Star. No se trata del fin del mundo».
(Fotografía de portada de Gregory Shamus/Getty Images).