Game 2. Stephen Curry se lanza a las gradas para recuperar una bola, pero su aventura fuera de la cancha le produjo un fuerte golpe en el codo derecho: el impacto recibido se tradujo en una hinchazón del tamaño “de una bola de tenis”.
Aunque el golpazo se vea a simple vista, ayer el base de los Warriors quiso restarle importancia al asunto y señaló que “mi codo está bien. La hinchazón ha bajado, no hay de qué preocuparse. Hay dolor, pero no me afecta a los movimientos, por lo que puedo lanzar, driblar y hacer todo lo que tengo que hacer”.
Eso sí, como medida de precaución, Curry lucía una protección en la zona “para asegurarnos de que puedo lanzar tiros con normalidad y no volver a tener ninguna hinchazón más”.
¿Más gradas?
En tono jocoso, Curry comentó que la próxima vez que tenga que lanzarse a las gradas para recuperar un balón se lo pensará un par de veces como mínimo.
“Fue algo peligroso, pero para jugar con intensidad, haces lo que haces en ese tipo de situaciones. No te caben las dudas en la mente. Para el tercer partido estoy haciendo todo bien, no hay nada de qué preocuparse realmente”, añadió el jugador.