La visita al Gainbridge Fieldhouse se saldó con muy malas noticias para los Golden State Warriors, y no solo por la derrota por 125-119. Los de San Francisco vieron como Stephen Curry tenía que poner rumbo a vestuarios a mediados del tercer cuarto con notables dolores en su hombro izquierdo, un problema que le apartó del partido y que veremos cuántos más le obliga a perderse. Por ahora, el base tendrá que someterse a una resonancia programada para el día de hoy, lo que permitirá analizar el alcance de la lesión y establecer una fecha aproximada de regreso.
La acción tuvo lugar concretamente a falta de 2 minutos para el final del tercer parcial, en una jugada en la que Jalen Smith estaba penetrando hacia canasta. Curry trató de robar el balón al de los Pacers metiendo la mano, pero tras el intento se cubrió rápidamente el hombro con gestos de dolor y Steve Kerr pidió tiempo muerto para retirarlo de la pista y que pudiera ser atendido por los médicos del equipo.
Estos le llevaron a vestuarios, donde, tras las primeras pruebas, le aplicaron hielo en la articulación durante un tiempo. Según parece, Steph estuvo de buen humor con sus compañeros cuando estos regresaron tras el encuentro, pero evitó usar su brazo izquierdo para labores pequeñas como abrir la puerta de su taquilla o sacar cosas de ella.
«He hablado con él brevemente, pero todavía no hemos podido entrar en detalle» comentó Steve Kerr. «Es una persona muy optimista, así que está bastante animado».
Esta lesión interrumpió lo que estaba siendo una auténtica exhibición por parte de Curry, que había sumado 38 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias en los 29 minutos que pudo disputar. De hecho, la mitad de los 54 tantos que los Warriors habían anotado en la primera parte fueron suyos, y suya fue también la fuerza de voluntad que llevó a Golden State a reengancharse a un duelo que tenía prácticamente perdido. Los californianos se vieron 25 abajo justo antes del descanso, pero con un parcial de 3-23 en el tercer cuarto consiguieron recortar enormemente la diferencia unas pocas posesiones antes de que Steph tuviera que abandonar el duelo.
Es inevitable preguntarse cuánto impacto puede tener una ausencia prolongada de Curry en estos Warriors, que a diferencia del año pasado no van precisamente sobrados de victorias. Con un balance de 14-15, ocupan la décima plaza del Oeste, y de hecho varios de los triunfos que han sumado han llegado precisamente gracias al excepcional nivel del base, que ha ejercido de salvavidas en varias noches en las que el equipo estaba a la deriva. No obstante, será necesario esperar a la resonancia de hoy para poder hacer hipótesis con una cierta base.
Haliburton y Mathurin siguen a lo suyo
Los problemas de los visitantes dieron algo de aire a Indiana, que veía con miedo como el marcador se comprimía pero que logró mantenerse siempre por delante para llevarse una victoria con la que mantenerse en récord positivo (15-14). Los de Carlisle ofrecieron esta noche sus dos caras propias de un equipo tan joven: la de un enorme potencial y la de una peligrosa irregularidad, aunque fue la primera la que acabó prevaleciendo y les permitió llevarse el duelo.
Los Pacers rayaron la excelencia en el segundo cuarto, en el que comandados por un espectacular Tyrese Haliburton abrieron una más que notable brecha en el marcador. El ex de los Kings sumó en este periodo 17 de sus 29 puntos y 4 de sus 6 asistencias, convirtiéndose en la referencia indiscutible del equipo en su mejor tramo. Bennedict Mathurin, por su parte, volvió a ser su mejor escudero con 24 tantos, 11 de los cuales llegaron en un tercer parcial en el que ayudó a los suyos a sobrevivir al aluvión de los Warriors.
(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)