Dallas: 175.000 dólares en multas por mal comportamiento en el banquillo

Tras caer por tercera ocasión consecutiva ante Golden State, claro está que esta no es la principal preocupación de los Mavericks, pero no por ello deja de ser remarcable que hayan sido multados por tercera vez a causa de violar las reglas de comportamiento en el banquillo.

Así lo ha determinado la NBA tras lo que se vivió en el Game 2 de las finales de la Conferencia Oeste frente a los Warriors. La Liga señala que «varios jugadores y un miembro del cuerpo técnico se mantuvieron de pie durante un largo periodo de tiempo, se alejaron del resto del equipo e invadieron (o estaban invadiendo) la cancha mientras se disputaba el partido». Tal acción ha sido castigada en esta ocasión con 100.000 dólares, por lo que los de Texas acumulan ya 175.000 en multas de este tipo.

Antes del comienzo del tercer encuentro, y conocido ya el castigo impuesto por la NBA, Jason Kidd comentó la decisión y dejó claro que seguirían haciendo exactamente lo mismo. «Es decisión de la liga multar, pero no nos vamos a sentar. Vamos a seguir animando. Lo positivo es que el banquillo sabe que esto está llevando a una donación a una organización benéfica», comenta el head coach sobre el hecho de que las multas estén yendo a caridad.

Centrándonos en la última multa, esta ha llegado después de que los suplentes de Dallas interfiriesen en el juego de manera indirecta. Stephen Curry perdió un balón cuando se lo pasó por error a Theo Pinson, quien estaba de pie y vistiendo una camiseta blanca, justo el color de la equipación de Golden State. Steve Kerr dice que a él no le molesta el comportamiento del banquillo de los Mavs –incluso le gusta–, pero que en ningún caso debe entorpecer el desarrollo del juego.

«No me importa mientras no interfiera en el partido. No me importa. Me encanta el hecho de que el banquillo de Dallas sea enérgico y hable basura. Creo que eso es lo que los aficionados quieren ver. Quieren ver un equipo que se preocupe y quieren ver energía y química. Así que me encanta, pero cuando interfiere con el juego, es cuando cruza la línea. Así que eso es lo único que me preocupa, si hay una jugada en la que hay una persona en la cancha de pie, y pidiendo la pelota, eso es demasiado. Pero por lo demás, realmente hay que disfrutarlo. Creo que es genial», finaliza.

(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)


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