La franquicia de Texas desperdició una renta de 12 puntos en el último cuarto
A Dallas se le escapó la victoria de las manos. Pese a un gran tercer cuarto de 40 puntos y al triple-doble de Luka Doncic, los Mavericks no supieron manejar su renta en los 12 últimos minutos y vieron como Charlotte Hornets forzaba la prórroga para terminar venciendo 120-123.
Luka Doncic volvió a firmar una enorme hoja estadística con 39 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias. Su décimo triple-doble de la temporada supuso que se convirtiese en el jugador que más veces alcanza tal conjunto estadístico en una campaña en la historia de los Mavs. Pero no fue suficiente. En los últimos instantes de encuentro el esloveno cometió una pérdida de balón y falló dos triples. No terminó contento.
«Deberíamos haber ganado el partido en el último cuarto. Arruiné el trabajo hecho anteriormente. No tomé buenas decisiones. Fueron decisiones horribles», comentaba enfadado tras acariciar la victoria. Junto a él, el jugador más destacado de Dallas fue Maxi Kleber, quien con 24 puntos logró la mejor marca anotadora de su carrera.
Por parte de los Hornets el mejor fue Terry Rozier. El base, quien acabaría con 29 puntos, fue el autor de la canasta que forzó el tiempo extra en el que anotaría siete puntos para ayudar al triunfo de los suyos. Acompañándole en el backcourt también brilló Devonte Graham, quien finalizó la noche con 27 puntos y 13 asistencias. James Borrego se mostró muy satisfecho tras lograr la segunda victoria tras seis derrotas consecutivas.
«Le doy mucho crédito a nuestro grupo por salir ahí y levantarse de una desventaja de dobles dígitos. Jugamos con aplomo, urgencia y energía. Tras vernos con esa desventaja hablamos de cómo íbamos a responder. Eso es todo lo que dijimos en el tiempo muerto: ¿cómo vamos a responder?».
¿Juego duro sobre Doncic?
Dejando de lado el desarrollo del partido, Rick Carlisle alzó la voz tras el encuentro para comentar lo que cree que es un juego intencionalmente duro sobre Doncic. «Es algo que ha estado sucediendo toda la temporada. Los equipos se toman libertades sobre él y eso no es bueno. Pero lo está manejando bien. Es un gran jugador, por lo que irán a por él. Esto no significa que muchas de estas cosas sean correctas o que entren en el espíritu del juego. Tiene arañazos en los brazos y cosas por el estilo todo el tiempo. Eso no es bueno». Cuestionado por estas declaraciones, el jugador de segundo año señala que tiene que seguir adelante. «Es verdad, no voy a mentir. Pero se trata de baloncesto, es un deporte físico. Tengo que seguir adelante».
(Fotografía de Rob Carr/Getty Images)