Dallas Mavericks –y sobre todo Nico Harrison–, ha tenido que lidiar con cruentas críticas desde que traspasase de Luka Doncic a Los Angeles Lakers. Pese a la llegada de Anthony Davis a cambio, pocos entendieron que la organización de Texas se desprendiese del emblema de la franquicia.
Con ese punto de partida, los Mavs han tardado en calmar los nervios para poder sentarse y dar forma al nuevo proyecto, algo a lo que sin duda ha ayudado el hecho de que les cayese el número 1 del draft y pudiesen elegir al que se entiende es un talento generacional como Cooper Flagg.
Ya con todo en su sitio –más o menos–, ahora todo se centra en evitar lesiones y poder trabajar en el plan previsto, se que contempla que Davis pase la mayor parte del tiempo con un pívot a su lado, con el objetivo de ser ampliamente dominadores de la pintura ante cualquier rival; informa Christian Clark de The Athletic.
Pese que La Ceja llegó en febrero; es decir, con dos meses de competición por delante, su lesión y la de algunos compañeros hizo que terminase jugando únicamente 95 minutos junto a Dereck Lively II o Daniel Gafford en el medio. Ahora, de cara a la temporada 2025-26, es algo que va a darse como estrategia principal del equipo.
«Eso es algo con lo que tenemos una gran ventaja de cara al futuro: nuestro tamaño. El talento con ese tamaño es algo que valoramos mucho aquí, y hasta ahora nos ha funcionado partiendo de ese punto», comenta el entrenador asistente de los Mavericks, Josh Broghame.
No sorprende en absoluto. Los de Texas han juntado muchos hombres grandes de nivel en plantilla, por lo que aprovecharlos es casi una obligación. Ahora está por ver que les funcione al nivel que esperan.
(Fotografía de Petre Thomas-Imagn Images)
