El jugador letón acabó la noche con 22 puntos y 18 rebotes (mejor marca de su carrera)
Tres partidos han bastado para que Dallas Mavericks demuestre que es mucho más que un jugador. Luka Doncic está de baja y no debe tener prisa por volver. Sus compañeros, con Kristaps Porzingis a la cabeza, están desarrollando un excepcional baloncesto que se traduce en victorias en canchas tan duras como la de Milwaukee Bucks, donde rompieron una racha de 18 encuentros sin perder de los de Wisconsin, o como la de Philadelphia 76ers, donde anoche vencieron con autoridad por 98-117.
Porque una cosa es ganar a los Sixers y otra hacerlo como lo hizo Dallas. Los chicos de Rick Carlisle dominaron casi en todo momento; tanto es así que mediado el primer cuarto se pusieron por delante para no dejar que su rival les remontase en los restantes 36 minutos.
En tal despliegue de buen juego volvió a sobresalir la figura de Kristaps Porzingis. Si durante el mes de noviembre surgieron algunas dudas sobre su rendimiento, en estos momentos están más que despejadas. Desde que Doncic está de baja, el letón promedia 23,6 puntos, 14,3 rebotes y 2,6 tapones. Además, con el de anoche van ya cuatro partidos consecutivos con al menos 20 puntos y 10 rebotes, la mejor racha de su carrera en estos apartados. Pese a sus números, Porzingiz cree que la profundidad del equipo es la que manda. «Hay una gran química en el vestuario y en la cancha. Salimos y hacemos lo que debemos jugando duro. No hay un secreto para esto. Tenemos un gran banquillo y esa es nuestra fortaleza, el contar con muchas armas».
Acompañando a Porzingis también tuvo un gran partido Tim Hardaway Jr., quien se fue hasta los 27 puntos con un 7 de 11 en triples. En dobles dígitos de anotación estuvieron además otros cuatro jugadores del equipo de Texas: Dorian Finney-Smith (11), Jalen Brunson (11), Maxi Kleber (10) y Seth Curry (11). Rick Carlisle está satisfecho por lo que están logrando sin Doncic. «Nunca quieres estar sin Luka, y lo necesitamos de regreso lo antes posible. Pero mientras esté fuera, tenemos un plan y los muchachos lo están ejecutando bien. Realmente jugamos juntos y extremadamente bien. Si quieres ganar en este pabellón, tendrás que pelear. Nuestros muchachos lo hicieron». «
Tercera derrota seguida de Sixers
La alegría va por barrios. Si en Dallas están eufóricos en Philadelphia hay cierta depresión. Con el última varapalo los de Pensilvania acumulan tres derrotas consecutivas, una cifra que alcanzan pese a que frente a los Mavs Joel Embiid se fue hasta los 33 puntos y 17 rebotes; cierto es que tras él solo Ben Simmos (12) y Jason Richardson (10) llegaron a los dobles dígitos. Cuestionado por esa mala racha, Brett Brown, técnico del equipo, cree que se debe a la falta de intensidad de sus chicos. «Simplemente no hemos jugado con el impulso competitivo que caracteriza a este equipo».
Estrellados contra la zona
Más allá de rendimientos individuales, la realidad es que los 76ers llevan dos noches dándose de bruces contra la defensa en zona de su rival. Ante Miami lo sufrieron y contra Dallas no mejoró, y es que fallaron hasta 24 de los 34 triples que intentaron. Según Carlisle sus chicos defendieron duro y eso fue lo marcó la diferencia. Para Embiid, a su equipo le faltó agresividad. «Estábamos jugando asustados». Sea como fuere, la realidad es que los de Pensilvania necesitan encontrar soluciones para salir de esta mala dinámica de juego y resultados.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)