Si alguno pensaba que ante una pintura austera, un pívot novato como Damian Jones iba a tener minutos en Golden State Warriors, estaba diametralmente equivocado. A jugar a la D-League.
Apariciones absolutamente anecdóticas resumidas en nueve choques y 7,3 minutos de media. Steve Kerr entendió suficiente (o mejor, al menos) lo ofrecido por Zaza Pachulia y JaVale McGee para cubrir el puesto de ‘5’. Y en esas condiciones, el exceso de banquillo para un jugador de 21 años podía ser contraproducente.
Así pues, tocaba hacer los deberes en la división de fogueo. Embocando la recta final del curso, Jones, los está haciendo muy bien. Este mes ha demostrado por qué es un jugador de primera ronda del Draft, siendo nombrado Jugador del Mes de la Liga de Desarrollo, con guarismos de 17,6 puntos y 7,8 rebotes. Su equipo, los Santa Cruz Warriors, presentan un balance de 11 victorias y 2 derrotas en este lapso de marzo/abril, terminando 4º en la Conferencia Oeste y clasificándose para sus respectivos playoffs.
Jones llegó algo verde (físicamente sobre todo) a la NBA pero demostrando de lo que era capaz siendo capital en la clasificación de su equipo de universidad, los Vandervil, para la Final Four de la NCAA. Un año en la escuela de los mayores observando, y con los aspirantes jugando, pueden ser suficientes para que en la 2018/19, Steve Kerr tenga por fin al pívot que necesita.