Damian Lillard activa el modo superhéroe para ganar en Chicago

Ningún titular hará justicia hoy a Damian Lillard. El base de Portland firmó anoche una de esas actuaciones que pasan a la historia. Metió 44 puntos, que ya es una marca fantástica, pero más increíble fue ver cómo remontaba el partido en 11 segundos. Sí, este genio del baloncesto convirtió un 122-117 en contra en un 122-123 sobre la bocina. ¿Cómo lo hizo? Vistiéndose de superhéroe.

Sin C.J. McCollum, sin Jusuf Nurkic, sin Zach Collins… Una vez más podemos decir que Lillard está solo ante el peligro. Pero claro, pocos mejores –por no decir ninguno– hay para confiar tu suerte y esta depende de una sola persona, de un solo segundo. Porque Lillard es un jugador de instantes. No necesita más –que le pregunten a Paul George–. Y además, cuando peor pinta tiene el escenario, más grande se hace.

Contra los Bulls lo cierto es que Portland parecía tener controlado el partido. Tras un primer tiempo bastante igualado los Blazers estiraron su ventaja hasta los 18 puntos mediado el tercer cuarto. Todo iba viento en popa hasta que los Bulls reaccionaron hasta ponerse por delante en el último cuarto; tanto es así que con solo 11,5 segundos por jugar Coby White metía dos tiros libres para poner el 122-117. Parecía sentenciado, pero Lillard tenía otros planes. Primero metió un triple desde al menos nueve metros. Dos abajo. Después, una vez recuperada la posesión, anotó otro triple, desequilibrado y cayendo literalmente fuera de la pista, para completar la hazaña. El partido se acabó cuando él quiso.

«El staff técnico les dirá que soy la persona más ambiciosa del mundo. Si me sacan estando 10 puntos abajo con 15 segundos por jugar, incluso así interpreto en mi cabeza cada situación que podría darse para que acabásemos ganando. Es algo especial, ya que casi nunca sucede como lo veo en mi cabeza», comenta el base de la franquicia de Oregon.

44 puntos (8 triples), 9 asistencias y 5 rebotes fue la actuación completa de Lillard, quien estuvo bien acompañado por el doble-doble de 22 puntos y 11 rebotes de Enes kanter, así como por los 18 puntos que aportó Gary Trent Jr.

Donovan, molesto

Como es lógico, en Chicago sentó como un jarro de agua fría la derrota. Metieron 21 triples, remontaron una desventaja de 18 puntos, y cuando parecían tenerlo en la mano… lo perdieron. Más allá de los errores que cometieron sus chicos, Billy Donovan cree que los árbitros se apresuraron cuando señalaron el salto entre dos que terminaría dando a Lillard la oportunidad de meter el triple decisivo.

«Nunca había visto que se señalase tan rápido un salto entre dos. No puedes pitar eso. Creo que no fue una buena señalización. En todo caso, tenemos que ser más fuertes en esas situaciones. Podría haber ayudado un poco más si hubiera pedido un tiempo muerto…», admite.

Respecto a las actuaciones individuales, el máximo anotador de la organización de Illinois fue Lauri Markkanen con 21 puntos. Zach LaVine se marchó hasta los 26 y Coby White aportó otros 20.

(Fotografía de Jonathan Daniel/Getty Images)


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