Es curioso que Damian Lillard se pasase toda una vida en Portland anhelando perfiles de jugador que ahora proliferan en estos Blazers. Atléticos, móviles, defensivos, versátiles. Él mismo es consciente de la paradoja y así lo cuenta en The Athletic. «Tuve que irme para que este equipo se conformara. Y ahora es un equipo en el que me habría encantado jugar durante años», cuenta.
Al base le está tocando verlo desde la barrera, impaciente por incorporarse una vez recuperado de su rotura de Aquiles. «Tengo grandes momentos aún por delante. […] Ahora tengo un año para conectar con este equipo mientras pongo mi cuerpo a punto».
Portland ha iniciado el curso con buenas sensaciones gracias a su despliegue defensivo y al paso adelante de varios jugadores. También al impacto de un veterano como Jrue Holiday. Aunque los resultados no están a la altura de lo que se percibe desde dentro y desde fuera. Marchan 6-9, suficiente para estar en puestos de play-in. «Les he dicho que estos momentos son en los que encuentras tu identidad. No cuando ganas un par de partidos en los que todo sale bien. Ahora tenemos algunas lesiones, un calendario difícil… Es el momento de anteponernos a esto».
(Fotografía de portada de Troy Wayrynen-Imagn Images)





