La temporada parecía ir camino de empezar como acabó la anterior en el FootPrint Center de Phoenix. Con los Mavericks ganando por 22 puntos en la segunda mitad, los fantasmas que llevan acosando a los Suns desde aquel Game 7 parecían dispuestos a reaparecer, pero la historia fue distinta esta vez. Los de Monty Williams lograron dar la vuelta al partido y estrenar la liga regular ganando por 107-105, ganándose una importante y necesaria dosis de confianza tras un verano que no ha sido nada fácil para la franquicia.
Con los suyos contra las cuerdas, Devin Booker se echó a la espalda a los de Arizona en un último cuarto en el ejerció como anotador pero sobre todo como generador. El escolta, autor de 28 tantos, repartió 6 de sus 9 asistencias en los últimos ocho minutos de medio de partido, aprovechando su capacidad de atraer la atención de la defensa rival para hacer crecer a sus compañeros y empezar a encontrar socios. Sin embargo, nadie esperaba que el más importante de ellos fuese Damion Lee, que se convirtió en el héroe inesperado de la noche con un descomunal cierre de partido.
El base anotó sus 11 puntos en el último cuarto, y con un triple asistido por el propio Booker colocó el 104-100 que, a falta de algo más de un minuto, acercaba a los suyos al triunfo. No obstante, su acción más importante llegó a falta de 10 segundos, pues, después de que los Mavericks lograsen igualar el marcador, el ex de los Warriors volvió a recibir de Devin, a quien la defensa texana buscó cerrar a base de 2vs1, y no temió mirar el aro para sentenciar el partido. Lee anotó la canasta que, tras el fallo de Doncic en el último triple, dio la victoria a los locales, llevando la locura a unas gradas necesitadas de una alegría.
«El balón estaba en mis manos, así que intenté crear una jugada. Sé que la gente me está atribuyendo el mérito por la canasta ganadora, pero la verdad es que la remontada ha sido un trabajo de equipo» afirmó Damion, mientras que Booker destacó la confianza que tiene en sus compañeros: «Tenía dos defensores encima, así que hice lo correcto. Confío en todos los compañeros que están sobre la pista. Es algo que ya hemos estudiado, ya que sabemos que los rivales van a probar distintas defensas sobre mí».
Los Suns arruinaron así una gran noche de Luka Doncic, que se quedó a un último triple de firmar una actuación más que descomunal pero que aun así brilló con 35 tantos, 9 rebotes y 6 asistencias. El esloveno, que en otras ocasiones ha necesitado varias semanas para entrar ritmo, parece haber llegado más fino tras su paso por el Eurobasket, pero su buen estado de forma no bastó para estrenar el casillero de triunfos de los suyos.
Los de Kidd recibieron al menos una buena noticia con la confirmación de que Christian Wood está preparado para ser un hombre importante en el equipo. Con 25 puntos, el pívot fue el mejor socio de Luka, e incluso amagó con convertirse en protagonista del último cuarto con tres triples que parecieron cortar la remontada de los locales. Sin embargo, Phoenix acabó exhibiendo una capacidad de reacción mayor de la esperada, cobrándose su pequeña revancha y tumbando a los Mavs tras ir prácticamente toda la noche por detrás en el marcador.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)
