Aunque aún queda mucho verano por delante, los Timberwolves tienen motivos para tener la mente puesta también en 2023. Ese será el año en que finalice el actual contrato de D’Angelo Russell, que aun con sus altos y bajos ha sido una parte importante del buen hacer de Minnesota durante la pasada campaña. En vista de esto, el base ha sido preguntado recientemente si estaría interesado en firmar una extensión con la franquicia antes de que acabe el próximo curso para evitar salir a la agencia libre, y en sus palabras no ha escondido su deseo de que tal cosa suceda.
«Sí, por supuesto. Todo jugador quiere una extensión, y siempre quieres estar en posición de poder firmarla» dijo en unas declaraciones recogidas por Jon Krawczynski, periodista de The Athletic.
No obstante, no basta con palabras para firmar un buen contrato en la NBA, y lo cierto es que Russell viene de dejar un sabor agridulce sobre la pista en los últimos playoffs, hasta el punto de que fue enviado al banquillo en los minutos finales del partido que se saldó con la eliminación de los Timberwolves. El base, aun con un rendimiento sólido, no ha terminado de explotar como la estrella en ciernes que parecía en su etapa en los Nets, lo que hará de estas negociaciones un proceso un tanto complejo.
El crecimiento de Anthony Edwards desplazó a D’Angelo al puesto de tercer espada del equipo, y con la incorporación de Gobert es posible que el base caiga otro puesto en la jerarquía de la plantilla, de modo que cabría esperar que los Timberwolves no quisieran ofrecerle un contrato tan cuantioso como el actual. El 117×4 que firmó en 2019 se antoja fuera de su alcance actualmente, aunque dada su aparente predisposición a seguir en el equipo tal vez no ofrezca problemas en este sentido. Veremos, no obstante, si una vez que arranque la temporada es capaz de ofrecer un nivel que le haga merecedor de otra gran cifra y de la confianza inmediata de la franquicia.
(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)