Tras ver como los Lakers firmaban la peor temporada de su historia con un récord de 17-65 en su año de rookie, D’Angelo Russell está centrado en que eso no se repita. Cierto es que a la plantilla no han llegado rutilantes estrellas y que el entrenador, Luke Walton, debuta al frente de un equipo, pero pese a ello, Russell no quiere excusas.
«No queremos vivir una temporada perdedora. No queremos que el hecho de estar inmersos en una reconstrucción sirva como excusa para las derrotas. Estamos reconstruyendo sí, pero de igual manera podemos encontrar la forma de ganar partidos», expresa a CBSSports.
A nadie escapa que tras la triste etapa de Byron Scott la llegada de Walton -adornada por dos Finales consecutivas en Golden State y un anillo con Steve Kerr como entrenador jefe-, ha levantado el ánimo de los 16 veces ganadores de la NBA; sin embargo, parece precipitado hablar de un equipo que pueda luchar por alcanzar la postemporada, algo que no logra desde la campaña 2012-13.
Un nuevo Russell
Lejos de polémicas pasadas, tanto con el entrenador como con compañeros, el base formado en Ohio State parece mucho más centrado y maduro. Ese cambio está teniendo su primer reflejo en la pretemporada. Tras jugador dos partidos promedia 27 puntos con un 53,6% en tiros de campo. De su juego dependerá en gran parte cuan exitosa sea la temporada de su franquicia.