Qué duda cabe, el no inmovilismo final de Boston Celtics en la presente clausura de mercado ha sido actor protagonista. La mayor decepción de los últimos días. Muchos aficionados a la NBA —en especial los apegados al verde— esperaban el eureka definitivo de Danny Ainge, general manager de la franquicia, que convirtiese a los Celtics en candidatos a todo. Se soñaba, y estuvieron cerca, con Paul George y Jimmy Butler. Pero Boston se ha quedado tal cual.
«Tuvimos muchas conversaciones pero nada era lo suficientemente bueno para nosotros como para acometer un gran movimiento», aseguró el propio Ainge minutos después del fin de los intercambios, dando la cara delante de la prensa de Boston.
Y no fue precisamente por poca vehemencia de Boston en su empeño. Publicaba Adrian Wojnarowski, de The Vertical, que las oficinas verdes habían puesto sobre la mesa la primera ronda del Draft 2017 de Brooklyn Nets, sobre la que tienen derecho.
Primera ronda Brooklyn
Esa era una condición indispensable de Indiana y Larry Bird para negociar. Boston la cumplió pero, finalmente, no hubo manera de convencer a los Pacers de que aflojaran la correa de Paul George. Minutos antes del cierre, la entidad decidía que no habría traspaso por su jugador franquicia.
«Muchos rumores eran ciertos. Otros muchos no lo eran», decía Ainge sobre todo lo redactado en los últimos días en cuanto a pretensiones de Celtics. Dando, con ello, a entender la veracidad de las negociaciones por Paul George.
Confianza Boston
Pese a no conseguir el intercambio deseado, Danny Ainge se mostró confiado de que sus Celtics están en el buen camino. Tanto en el corto como en el medio plazo.
«Pusimos mucho tiempo y dedicación en esto. (Pero) nos gusta lo que tenemos, nos gusta nuestra posición y también mucho nuestro futuro. Estamos intentando mejorar nuestro equipo pero esto es un delicado balance entre los objetivos a corto plazo y los de largo. No pondremos techo a este equipo, no hemos visto lo mejor que puede hacer», alegó el GM de la franquicia más laureada de la NBA.
Próximo intento: Draft
A buen seguro, el siguiente intento de los Celtics por engrandecer su talla llegará nada más terminar la temporada.
Con la ceremonia del Draft 2017, es bastante factible que Ainge vuelva a la carga por una superestrella, dado que lo que les interesa a los Celtics es ganar en el corto lapso de tiempo. Mucho mejor una estrella ya consolidada que una moneda al aire en forma de 19 años.
Así, la ronda de Brooklyn Nets —potencial top 3 del próximo Draft— será muy susceptible de canje a finales de junio. Los Celtics han perdido una batalla. La guerra no ha hecho sino comenzar.