Las dos principales cabezas visibles de las oficinas de los Utah Jazz han compartido públicamente sus impresiones acerca de la temporada baja protagonizada por la franquicia, la cual ha supuesto la salida de las dos grandes estrellas del equipo, Donovan Mitchell y Rudy Gobert.
El primero en responder a las preguntas de los periodistas presentes en la rueda de prensa ha sido el general manager de los Jazz, Justin Zanik. El ejecutivo insistió en la necesidad de realizar ambos traspasos de cara a mejorar la situación financiera de la franquicia, adquirir piezas jóvenes y numerosas selecciones del draft. «Estábamos muy limitados para mejorar el equipo sin involucrar a ambos», señaló Zanik. «No teníamos flexibilidad financiera, activos de valor ni jóvenes.»
Estas declaraciones fueron secundadas por Ainge, quien fue todavía más tajante. «Cuando llegué en diciembre había seguido al equipo desde fuera pero no estaba muy seguro de cómo de buenos podrían ser. La verdad es que tenía mucha curiosidad y era optimista. Pero lo que vi durante la temporada regular fue un grupo de jugadores que no confiaban los unos en los otros. […] Entonces llegaron los playoffs y pensé que merecían el beneficio de la duda. Pero quedó claro que el equipo tampoco funcionó. […] Era necesario hacer reset.»
Así, ambos ejecutivos han coincidido en la necesidad de protagonizar un cambio importante en la plantilla. Los dos están de acuerdo en el gran abanico de posibilidades que les abre todos los activos recibidos, los cuales utilizarán con «oportunismo». En todo caso, la hoja de ruta a seguir ya tiene dos fechas establecidas: los draft de 2023 y 2024. «Creo que es mejor [el de 2023] que el de 2022. El de 2024 podría ser incluso mejor», recalcó Ainge.
Cabe destacar que los Jazz poseen su propia selección en el draft de 2023, la de los Timberwolves y la peor posicionada entre Houston, Philadelphia y Brooklyn, recibida en el traspaso de Royce O’Neale. El pick de 2024 está en manos de los Oklahoma City Thunder, pero este está protegido entre las diez primeras posiciones, por lo que podría regresar a Salt Lake City.
En todo caso, Zanik y Ainge tienen claro que el objetivo es volver a competir cuanto antes y construir un proyecto ganador. «Hemos hecho lo necesario para abrir una ventana que nos permita luchar por el campeonato», agregó Zanik.
De momento, partir con piezas de mucho talento como Collin Sexton o Lauri Makkenen invita a pensar que la reconstrucción de los Jazz puede demorarse mucho menos de lo esperado. Ahora, le toca a Will Hardy el empezar a dar forma a la nueva filosofía de juego mientras Ainge y Zanik, por su parte, gestionan todos los assets recibidos.
(Fotografía de portada de Ethan Miller/Getty Images)