Hasta ahora, la pretemporada de Darius Garland no ha sido especialmente destacable o productiva. A pesar de presentarse en el traning camp en un buen estado de forma, sus dos partidos hasta el momento se han saldado con un total de once pérdidas de balón y solo tres asistencias.
«Necesitamos reducir las pérdidas de balón y anotar más tiros», afirmó el sophomore según el periodista Chris Fedor. «Solo estoy tratando de involucrar a mis compañeros de equipo. Intento involucrar a Isaac [Okoro] tanto como pueda. También estoy tratando de involucrar a Dre [Drummond] tanto como pueda y hacer que Dylan [Windler] vuelva a tener ritmo. Trato de llevar la pelota y distribuirla. Entonces, tengo que ser agresivo por mi parte también.»
En su primera temporada en la NBA, Garland ha tenido que afrontar una difícil adaptación dentro de una temporada inusual a causa del COVID-19. Tras nueve meses de descanso, el base, de 20 años, está trabajando para recuperar el ritmo competitivo.
«Estoy tratando de recuperar mi condición física y de ponerme en forma. Los entrenamientos uno contra uno, los ejercicios y todas esas cosas que hemos hecho durante los últimos nueve meses han estado bien, pero no es lo mismo que el baloncesto cinco contra cinco de la NBA. Quiero recuperar todo mi físico y mi velocidad.»
Garland ha sido especialmente duro consigo mismo y con su equipo sobre las pérdidas de balón. A pesar de las dos victorias ante Indiana, los de Ohio cerraron ambos duelos con un acumulado de 50 pérdidas de balón.
«Nuestro lema es que preferimos fallar un tiro que tener una pérdida de balón. Controlar las pérdidas es mi objetivo principal este año. He tenido demasiadas en estos dos últimos partidos. Las pérdidas no forzadas son inaceptables.»
Los Cavaliers seleccionaron a Garland en la quinta posición del draft de 2019. Como novato promedió 12,3 puntos y 3,9 asistencias por encuentro, mientras que mantuvo sus pérdidas de balón en 2,6 por velada.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)