Cavaliers y Celtics volvieron a ofrecer una auténtico espectáculo sobre el parqué. Unos pocos días después del gran partido disputado en el Garden, ambos equipos se vieron de nuevo las caras sobre una pista diferente pero con idéntico resultado. Cleveland volvió a derrotar a Boston en la prórroga, esta vez por 114-113, para hacerse con su sexta victoria consecutiva y colocarse en la segunda posición del Este, mientras que los de Mazzula, que sufrieron su tercer tropiezo, se mantienen en la quinta con un balance de 4-3.
El Rocket Mortgage FieldHouse fue testigo además del regreso a las pistas de Darius Garland, quien, tras caer lesionado en el primer partido de la temporada, volvió dando la sensación de que nunca se había ido. El base arrancó el choque dando muestra de su buen estado con un primer cuarto fantástico, anotando 14 de sus puntos en sus primeros nueve minutos y luciendo tan eléctrico y eficaz como de costumbre. Si bien dicho ritmo anotador no pudo mantenerse por razones obvias, el de los Cavaliers acabó con un doble-doble de 29 tantos y 12 asistencias que le hizo liderar a los suyos en ambas facetas, firmando un fantástico retorno en el que fue su primer encuentro completo del curso.
«El equipo estaba ganando y yo estaba feliz por ello, pero a la vez quería estar sobre la pista con mis compañeros y sentir esa energía» afirmó tras el choque. «Me alegra mucho estar de vuelta».
Donovan Mitchell le siguió de cerca con 25 puntos, 9 de los cuales llegaron en un último cuarto en el que tomó las riendas del equipo. No obstante, los dos hombres del backcourt no estuvieron ni mucho menos solos, pues el resto del quinteto titular les acompañó a la perfección: Evan Mobley y Caris LeVert terminaron con 15 tantos cada uno, mientras que Jarrett Allen anotó 14 y capturó 14 rebotes para firmar un fantástico doble-doble.
Con todo, los de Ohio necesitaron del tiempo extra para sumar la victoria, en gran parte debido al sensacional cierre de partido de Jayson Tatum. El alero, con 26 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias y 4 tapones, firmó un choque bastante completo, pero fue en los compases finales del cuarto periodo cuando más brilló. En primer lugar, se encargó de poner el empate a 107-107 en el marcador con un poderosísimo mate sobre Jarrett Allen a falta de 6,7 segundos, y posteriormente evitó que Donovan Mitchell buscara el game winner taponando su lanzamiento y mandando el choque al tiempo extra de forma heroica.
En él, sin embargo, no pudo volver a repetir la hazaña, como tampoco pudo Jaylen Brown, máximo anotador del duelo con 30 tantos y autor del lanzamiento que pudo cambiar el signo del mismo sobre la bocina. En una prórroga muy pareja y de muy pocos puntos (7-6), el alero dispuso de una última oportunidad de enviar el triunfo a Boston, pero no fue capaz de anotar su tiro de media distancia y el pabellón estalló de alegría con el sonido de la bocina y del balón rebotando en el aro.
«Dos segundos son tiempo suficiente para conseguir un buen tiro» afirmó. «Tuve una buena oportunidad, era un tiro que podría haber metido. Pero me quedé corto».
(Fotografía de portada: Jason Miller/Getty Images)