Atlanta tirará de precaución con De’Andre Hunter. El alero, quien llega al actual training camp tras someterse a dos cirugías en su rodilla derecha en 2021 (la última en el mes de junio) iniciará la pretemporada con menor carga de trabajo de sus compañeros, algo que según el general manager de la organización de Georgia, Travis Schlenk, no le impedirá estar al cien por cien cuando comiencen los partidos oficiales; informa Sarah K. Spencer de The Atlanta Journal-Constitution.
Las reticencias a exigir físicamente a Hunter desde el primer momento son lógicas. El año pasado solo pudo jugar 23 encuentros de regular season debido a un desgarro del menisco lateral de la rodilla derecha. Fue un problema importante, pero más creció cuando se reprodujo poco después de empezar los playoffs. En la postemporada no pudo jugar contra Philadelphia ni ante Milwaukee.
En los Hawks ven al joven alero como una pieza que puede ayudarles a mejorar tras una fantástica campaña 2020-21. Además de ser solvente en ataque, destacan de él su capacidad para rendir a igual nivel en defensa, lo que le puede convertir en un elemento esencial como two-way player. Siendo exactos, promedió 15 puntos, 4,8 rebotes y 1,9 asistencias en 29,5 minutos por noche estando en plenitud física.
Si el precio para contar con él durante 82 partidos es que tarde más que el resto en coger el ritmo, este es barato. El objetivo de Atlanta es que lo logrado el curso pasado, cuando llegaron a las finales de la Conferencia Este, no quede en anécdota. Para ello, toda ayuda será bienvenida.
(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)