Los Lakers han tocado fondo. Al menos por ahora. Poco más de un mes después, aquel equipo que comenzó la temporada 3-0, convencía e ilusionaba ha quedado ya atrás y ha sido sustituido por uno que tiene los mismos problemas que el año pasado y quizás alguno que otro más. Como mínimo los ha tenido esta noche. Y de ahí 134-93 que han recibido de parte unos Heat que llegaban con no menos dudas pero que se van con sensaciones muy diferentes.
Miami no tardó en demostrar su dominio de la situación haciéndose con una ventaja de dobles dígitos en unos pocos minutos, pero incluso entonces era imposible imaginar hasta dónde iba a llegar su superioridad. Presumiendo de una buena circulación, de movimiento sin balón y, sobre todo, de un sensacional acierto en triples (24/47), fueron haciendo crecer la diferencia hasta que esta llegó a un punto sonrojante, y no contentos con eso continuaron haciendo sangre a un rival malherido.
Con una diferencia de 41 puntos en el marcador final, los Lakers sufrieron su octava peor desde la fusión de la ABA y la NBA, y, por supuesto, la peor de la temporada. Una que obliga a replantearse muchas cosas. Quitando a LeBron James, que con 29 tantos trató de mantener con vida a los suyos mientras fue posible, nadie de los de oro y púrpura dio la cara. Anthony Davis, con un terrible 3/14 en tiros que lo dejó en 8 puntos, terminó como el gran señalado, pero en general nadie sirvió siquiera de apoyo al de Akron a lo largo de la noche.
Y eso si hablamos de la parte ofensiva, porque si hablamos de defensa ni siquiera LeBron se salva. Los angelinos fueron acribillados en el rebote, las rotaciones defensivas eran lentas, las jugadas en las que no parecía haber ningún esfuerzo se acumulaban una tras otra… Y así, la distancia creció y creció hasta convertirse en una paliza, luego en un marrón, y finalmente en un problema que el equipo tendrá que afrontar tarde o temprano.
Herro on fire
En el otro lado, los Heat se divertían como nunca en lo que va de temporada, comandados por un Tyler Herro que, con su 9/16 en triples, lideró la fiesta con 31 tantos. No obstante, prácticamente todo lo que hicieron los de Spoelstra fue fruto del trabajo en equipo y del esfuerzo coral, pues 42 de las 52 canastas llegaron tras asistencia y, salvo por Herro, ningún jugador destacó por encima de otros y la anotación estuvo bastante repartida.
De hecho, 10 de los hombres de la plantilla convirtieron al menos un triple durante la noche, contribuyendo así a igualar el récord de la franquicia con 24 aciertos desde el perímetro. Los de Florida igualaron la marca lograda en 2022 ante los Thunder, dándose así una necesaria alegría a la que trataran de aferrarse para empezar a crecer y revertir el rumbo de una temporada con, al menos por ahora, más sombras que luces.
