Los Thunder han conseguido su primera victoria de la temporada, y no precisamente ante un rival pequeño. El cuadro de Daigneault se impuso a Los Angeles Lakers por 123-115 aprovechando el desastre de los angelinos en la segunda mitad, ahondando así en los problemas de los de Vogel, que no han arrancando la temporada la mejor manera. Si ya venían arrastrando algunas dudas, la imagen ofrecida en el Paycom Center sin duda generará muchas más, aunque cabe recordar que los californianos no pudieron contar con la presencia de LeBron James por segundo encuentro consecutivo.
Esto no les impidió sin embargo ser un torbellino en el primer cuarto, en el que quedaron claras las diferencias entre un equipo que aspira al anillo y otro que aspira al número 1 del draft. Comandados por un Westbrook agresivo en el bote y fantástico en la generación de juego y un Davis genial ejerciendo de finalizador, los Lakers pasaron por encima de unos Thunder que apenas presentaron oposición en los primeros 12 minutos de juego. El parcial de 19-41 parecía invitar a pensar que era una noche casi descanso para los visitantes, y quizás ese fue el problema.
No hubo reacción por parte de OKC con la llegada del segundo cuarto, pero el partido pareció ir entrando poco a poco en una fase de relajación, casi de ausencia de competitividad. Los Lakers, que llegaron a ampliar su ventaja hasta los 26 puntos de diferencia (44-70), comenzaron a dejarse llevar, a reducir la intensidad en defensa y a perder el rumbo en ataque. Y cuando quisieron volver al partido, ya no pudieron.
Shai comanda la proeza
Oklahoma City amenazó con una tímida reacción al final del segundo cuarto, en el que lograron reducir su desventaja hasta el 56-72 pero fue en el tercero cuando realmente dieron un puñetazo sobre la mesa. De ello se encargó especialmente Shai Gilgeous-Alexander, que anotó en el tercer periodo 17 de sus 27 puntos y se encargó prácticamente en solitario de igualar el choque. El base anotó los últimos 14 tantos de los suyos en este periodo, que culminó con un triple suyo sobre la bocina que daba a los Thunder su primera ventaja del partido.
Aunque Shai solo sumó un tiro libre en todo el último cuarto, el partido ya era otro. Josh Giddey, que terminó con 18 puntos y 10 asistencias, asumió galones en momentos complicados, Darius Bazley siguió sumando hasta llegar a los 20 tantos, y tanto Luguentz Dort como Derrick Favors hicieron lo propio para acabar con 17 y 15 respectivamente. Sin el brillo de su estrella, los locales supieron aguantar al frente y no perder nunca el liderato una vez se hicieron con él, logrando así estrenarse en la presente temporada.
A ello contribuyó innegablemente la incapacidad de los Lakers para reaccionar. Los angelinos solo fueron capaces de anotar 43 puntos en toda la segunda mitad (los Thunder anotaron 41 en el tercer cuarto), y fueron poco más que un grupo de individualidades haciendo la guerra por su cuenta. Como imagen definitoria quedaron los dos air balls, uno de Malik Monk y otro de Carmelo Anthony en los dos intentos de empatar el partido de los que dispusieron en los últimos segundos.
De poco sirvieron pues el triple-doble de 20 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias (y 10 pérdidas) de Russell Westbrook y los 30 tantos de Anthony Davis. Nada pudo evitar un tropiezo que deberá marcar un punto de inflexión e impulsar al equipo a crecer.
(Fotografía de portada: Alex Goodlett/Getty Images)