Solo un equipo puede presumir actualmente de estar por encima de los Chicago Bulls en la clasificación de la Conferencia Este. La franquicia de Illinois ha comenzado la temporada a un gran nivel como demuestra su registro de 16-8, tan solo superado por el de los Brooklyn Nets (16-7).
El equipo ha estado liderado principalmente por la dupla estelar compuesta por DeMar DeRozan y Zach LaVine. Una pareja que, en un principio, despertó dudas sobre su compatibilidad en la pista, las cuales han sido borradas de forma inmediata a base de victorias y un buen juego.
Ha sido DeRozan el encargado de recopilar los primeros éxitos individuales. El escolta ha sido elegido Jugador de la Semana de la Conferencia Este tras promediar 30,3 puntos, 5,7 rebotes y 4,0 asistencias en las tres victorias cosechadas ante Hornets, Knicks y Nets. Se trata del duodécimo galardón de este tipo que recibe a lo largo de su carrera.
Unas horas antes de darse a conocer la noticia, el medio The Athletic había publicado un artículo en el que DeRozan explica, a grandes rasgos, la receta de su conexión con LaVine y del éxito general del equipo.
«[Se trata] de un compromiso del que hablamos mucho antes de que jugáramos juntos en la cancha: simplemente apoyarnos el uno al otro, estar ahí el uno para el otro», afirmó DeRozan. «Eso es todo lo que necesitaba escuchar. Eso es todo lo que necesitaba escuchar él de mí. Mientras podamos caminar, estaremos ahí fuera, tratando de liderar a este equipo para que tenga el mayor éxito posible.»
Así, el compromiso del binomio está impulsando notablemente los resultados cosechados por el equipo, unos Bulls que aspiran a codearse entre la élite de la NBA. Por su parte, DeMar DeRozan se ha atrevido a colarse en las quinielas para el premio al MVP de la temporada, mientras que LaVine aspira a participar en su segundo All-Star consecutivo.
(Fotografía de portada de Mike Stobe/Getty Images)