Se acerca una nueva cita de selecciones y Alemania ya se ha acostumbrado a partir como una de las favoritas. Algo que no hace tanto que es norma y que no sucedía siquiera con el mejor jugador de su historia: Dirk Nowitzki. Dennis Schröder, capitán del combinado alemán, ha vivido para formar parte de ambas eras. Aunque sabe que, pese a los éxitos, nunca tendrá el reconocimiento patrio que sí gozaba Nowitzki.
«Con 14 años yo ya estaba viendo a Dirk Nowitzki ondear nuestra bandera en los Juegos Olímpicos de Pekín. Hoy sé que, aunque sea un gran honor, nunca será lo mismo conmigo que con Dirk.Yo nunca recibiré el mismo cariño por ser negro», pronuncia el base de los Sacramento Kings en una entrevista con el medio alemán Stern.
Schröder matiza sus polémicas declaraciones asumiendo parte de culpa. «He cometido errores, no soy perfecto. Sin embargo, está mal juzgar a alguien a quien no conoces bien», dice justo después de que el periodista que escribe la noticia señale su ostentación cuando era joven con relojes y coches caros. Algo que se vio con recelo en el público y prensa alemanas. A pesar de haber sido también abanderado en París 2024, el jugador no termina de sentir ese apoyo local.
«Este es un problema social, y las redes sociales solo exacerban esta superficialidad y odio. El hecho de que me permitieran ser abanderado no mejora esta historia», zanja.
Schröder tiene altas expectativas para el Eurobasket
Pasando a otros temas, Schröder se ha mostrado rotundo con las opciones de Alemania de cara a este Eurobasket. «Ganaremos el título. Si no estuviera convencido de ello, no jugaría el torneo y preferiría pasar mi tiempo en Braunschweig [su ciudad natal]», asevera.
Y hablando de Braunschweig, el base ha dejado caer que su idea es terminar su carrera allí. A lo Marc Gasol en Girona, Schröder compró el equipo de su ciudad natal en 2020 y, si regresa a Europa, lo hará allí. «Braunschweig es mi hogar, me necesitan aquí. Por eso compré el club de baloncesto, y por eso estamos planeando academias, campamentos y escuelas para jóvenes allí», apunta. «Muchos profesionales se quedan en Estados Unidos después de sus carreras como jugadores y disfrutan de su fama. Pero mi lugar está en Alemania».
(Fotografía de portada de Jason Getz-Imagn Images)
