¿Es Denver el favorito a hacerse con el anillo? No es el único, pero sí uno de los más firmes candidatos. La sensación que están dando los chicos de Michael Malone es que crecen tanto como lo hace la propia exigencia. Contra Minnesota marcaron territorio el primer día y desde ahí navegaron hacia un cómodo triunfo. Ahora ha llegado Phoenix, otro nivel de baloncesto, y la respuesta ha sido la misma: golpe sobre la mesa.
No haciendo valer su primer puesto en la Conferencia Oeste, pero sí dejando claro que los han sido por algo, los Nuggets maniataron a su rival desde el segundo cuarto; casi podemos decir que hubo un partido igualado de 12 minutos y otro de 36 en el que los de Colorado demostraron ser más equipo. Sí, Kevin Durant hizo un doble-doble de 29 puntos y 14 rebotes y Devin Booker aportó otros 27 tantos, pero la sensación sobre el parqué era que solo podía ganar Denver.
Construyendo una renta superior a la decena de puntos en el mencionado segundo cuarto, desde ahí los Nuggets no sufrieron lo más mínimo; y si había amago de algo ahí estaba Jamal Murray con sus 34 puntos y 9 asistencia para dejarlo en eso, en amago. La definición del head coach del equipo, Malone, deja claro qué ocurrió en la cancha: «Es un mal hombre», señala.
«¿Gracias? Aprecio lo que dice. Simplemente estoy jugando mi baloncesto. Estoy haciendo lo que sea necesario para ganar. Vamos a seguir haciendo lo que estamos haciendo, seguir demostrando que todos están equivocados», comenta sobre los que pronostican que Phoenix les eliminará.
Murray estuvo bien, pero ni mucho menos solo. Nikola Jokic firmó un muy buen encuentro con 24 puntos y 19 rebotes, mientras que Aaron Gordon logró otros 23 tantos. Todo el quinteto inicial estuvo en dobles figuras de anotación.
¿Cuestión de defensa?
Desde que Jokic tomó el mando de los Nuggets siempre se habla de espectacularidad, pero pocas veces resuena con fuerza la palabra defensa. Anoche vimos bastante de lo segundo. Los de Colorado robaron hasta 14 balones por solo cuatro de los Suns, y también dominaron el rebote por 49-38. Tales números les permitieron hacer 101 tiros por 84 del contrincante, marcando así una gran diferencia a estas alturas de la NBA.
Durant admite su parte de culpa
Phoenix sabe a lo que se enfrenta. Denver es un gran equipo y necesitan dar lo mejor de sí mismos para poder competir al punto de tener opciones de pasar la eliminatoria. Así lo explica Durant, quien además recalca que debe cometer menos errores para ayudar a su equipo.
«Son el número 1 por una razón. Tienen al dos veces MVP. Tienen un equipo profundo. No me sorprende. Tenemos que ocuparnos de nuestro trabajo. Tengo que ser mucho más cuidadoso con la pelota. Tengo que mirar si lanzar a canasta o hacer el pase correcto… Tengo cerca de la mitad de nuestras pérdidas de balón… Estaremos bien. Creo que solo tenemos que jugar con confianza, lanzar con confianza y ver qué pasa en el próximo partido», explica KD.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)