Denver marca territorio con una paliza en Oklahoma

Eran muchos quienes esperaban con ganas el primer NBA Sunday de la temporada. Thunder-Nuggets, una de las posibles revelaciones contra los vigentes campeones, dos de los equipos de moda del Oeste. Un duelo apasionante entre el conjunto que aspira a dominar la conferencia en unos años y el espejo en el que mirarse para hacerlo. Y eso tuvimos. Durante aproximadamente 10 minutos.

Sin ningún tipo de compasión ni por los aficionados europeos que querían disfrutar de un buen partido sin trasnochar ni por un rival que quería sentirse grande por primera vez en muchos años, Denver sacó el rodillo y se llevó el choque por un más que contundente 95-128. Sin ningún ápice de competitividad o emoción. Puro dominio. Los de Colorado no se han olvidado de cómo se manda en esta liga.

La ventaja alcanzó los dobles dígitos antes de terminar el primer cuarto, rozó los 20 puntos al descanso, y en la segunda mitad llegó llegó a los 35 y no creció porque no hacía falta. Y es que a Nikola Jokic parece aburrirle tanto el baloncesto que hace huelga a la japonesa: te resuelve los partidos antes de tiempo y así puede pasarse el último cuarto en el banquillo viendo vídeos de su caballos. 28 tantos con un 12/16 en el tiro, 14 rebotes y 5 asistencias. En menos de 30 minutos. Otro día en la oficina.

Michael Porter Jr. y Jamal Murray volvieron a ejercer de fieles escuderos con 20 y 19 puntos respectivamente. El primero, como el perfecto ejecutor que, abierto en la esquina, penaliza como nadie los espacios que la gravedad de las dos estrellas genera. El segundo, como mejor socio en el pick & roll con el que el serbio podría soñar. Tan simple pero tan incontenible.

No ayudó tampoco el mal día de Shai Gilgeous-Alexander, que en una de sus peores actuaciones recientes se quedó en un desastroso 2/16 en el tiro y no pudo hacer que los suyos siguieran el ritmo de los visitantes. El canadiense se enfrentó a distintos defensores por parte de Denver y tuvo serios problemas para imponerse a cualquiera de ellos, de modo que se acabó quedando en tan solo 7 puntos, su anotación más baja desde diciembre de 2019, en su temporada de sophomore.

La nota positiva en los locales la puso Chet Holmgren, que se convirtió en la gran referencia del equipo en la primera parte con 17 tantos y la demostración de que está sobradamente preparado para ser un jugador importante en unos Thunder que, pese a este traspiés, quieren mirar más hacia arriba que hacia abajo. El rookie se quedó finalmente en 19 puntos dado que, con el choque bastante decidido, Daigneault optó por darle pocos minutos en la segunda parte, pero fue sin duda el aspecto con el que los locales querrán quedarse tras lo visto sobre el parqué.

(Fotografía de portada: Joshua Gateley/Getty Images)


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