DeRozan acaba con la maldición de Toronto ante los Bulls

Los Raptors no tienen nada que envidiar a Chicago en las últimas temporadas, consolidados como una potencia del Este mientras sus rivales de este martes se resignan a la zona tibia de la liga. Pero hizo falta un DeMar DeRozan excepcional para imponerse a los Bulls por primera vez en más de tres años. Su ajustado triunfo por 122-120, con prórroga incluida, puso fin a una extraña maldición.

Tres años atípicos


Desde el 31 de diciembre de 2013, Toronto había sido incapaz de sacar una victoria ante Chicago, una sequía que duró 12 partidos y que terminó gracias a un soberbio DeMar DeRozan y a uno de los habituales derrumbes finales de los Bulls. Solo Jimmy Butler mantuvo la compostura en el equipo de Fred Hoiberg, que sufrió un duro golpe a sus opciones de playoffs con una victoria que parecía asegurada en el último cuarto.

Rajon Rondo (24 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) primero, y Butler (37 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) después, lanzaban a Chicago a mantener su racha de triunfos ante Toronto. Con la presión de terminar con la maldición añadida (los medios locales se hicieron bastante eco en la previa del partido), el equipo canadiense salió impreciso, echando de menos la capacidad de crear juego del todavía lesionado Kyle Lowry, llegando a ir 16 abajo en el segundo cuarto.

Pelea y reacción


Los Raptors necesitaban una chispa, y la encontraron de forma poco convencional. Un enganchón entre Serge Ibaka y Robin Lopez terminaba con los dos jugadores interiores enzarzados en una pelea donde incluso soltaron sendos puñetazos a la cara del rival que no llegaron a conectar. Separados por árbitros y compañeros, Ibaka y Lopez fueron expulsados y afrontarán con toda posibilidad una sanción por parte de la NBA. La tensión llegó también a los banquillos, donde Nikola Mirotic se encaró con Jamaal Magloire, hoy asistente de los Raptors, recibiendo ambos una técnica.

La diferencia se mantendría estable hasta los minutos finales. Un triple del alemán Paul Zipser ponía 15 puntos de ventaja para los Bulls a 6 minutos y medio del final. Pero, a partir de ahí, DeMar DeRozan (42 puntos, 8 asistencias y 7 rebotes) tomaba el control del partido, y Chicago entraba en un brutal bache de juego. Cinco minutos de sequía absoluta de los Bulls metían a Toronto de lleno en el partido. Jimmy Butler despertó a tiempo, pero solo pudo salvar los muebles forzando el tiempo extra.

Fiesta en Toronto


Y los cinco minutos finales no fueron clementes para Chicago, absolutamente dependiente de Butler mientras DeRozan dañaba la defensa de los Bulls y encontraba buenas acciones de compañeros como Cory Joseph y Patrick Patterson en los momentos calientes. Al final, Toronto se llevaba una victoria que les mantiene en la pelea por los primeros puestos del Este y cierra su extraña racha de derrotas ante Chicago. Los Bulls, por su parte, se quedan fuera de la zona de playoff a 2 victorias del octavo, Miami.

 


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