De las 30 franquicias actualmente en la NBA, 26 de ellas han disputado en algún momento de su historia unas Finales de Conferencia. Toronto está a solo una victora de ampliar esta lista a 27. En uno de los partidos más importantes de su historia, los Raptors consigueron un meritorio triunfo, 98-91 ante Miami, recuperando por fin a sus estrellas, Kyle Lowry y DeMar DeRozan.
34 puntos del escolta y 25 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias del base. Una actuación combinada que no hubiera sido inédita en temporada regular pero que en estos Playoffs se había hecho esperar demasiado. Miami, añorando demasiado a Hassan Whiteside en la pintura, dejaron que DeMar DeRozan entrara sin miedo en las primeras posesiones para ganar confianza y, sobretodo, abrir unas distancias que nunca se evaporarían por completo.
La pintura fue de Biyombo
El partido se inició con un parcial de 17-4. Bismack Biyombo se convirtió en una pesadilla a ambos lados de la cancha, imponiendo una presencia interior que los Heat nunca tuvieron. Por fuera, Dwyane Wade y Goran Dragic solo aparecieron a rachas. La ventaja llegó a ser de 20 puntos a favor de los Raptors, pero fue precisamente un arrebato de inspiración de Goran Dragic el que lanzó un parcial de 0-10 al final del segundo cuarto que puso algo de miedo a los hasta entonces confiados Raptors.
DeRozan volvió a salir caliente en el tercer cuarto, pero el protagonista principal tras el descanso fueron otra vez las lesiones. Primero Luol Deng y luego DeMarre Carroll tuvieron que salir del partido por sendas lesiones en su muñeca izquierda. Dos bajas que no afectaron demasiado el partido (ninguno de los dos estuvo a un nivel brillante), pero que podría dejar al equipo que avance a las Finales del Este sin su mejor defensor para LeBron James.
Lowry y DeRozan sentenciaron
Incluso DeMar DeRozan tuvo que irse temporalmente al vestuario por un golpe en su ya previamente dañado pulgar derecho. Miami vio ahí la oportunidad de acercarse en el marcador, empujado por una sobria segunda unidad (con mención destacada para el novato Josh Richardson) y las siempre excitantes apariciones de Dwyane Wade. A menos de dos minutos del final, dos tiros libres del escolta ponían a los Heat a solo un punto de Toronto.
Pero Kyle Lowry no se arrugó ante la ocasión. Un triple desde 8 metros en el último minuto sirvió no solo para ampliar la ventaja de Toronto sino para levantar a un Air Canada Centre que necesitaba un final de partido así. DeMar DeRozan tampoco perdió la sangre fría en los tiros libres que sentenciaban el duelo, y la ciudad canadiense pudo darse una alegría. Aunque Miami tiene experiencia muy cercana en remontar un 3-2 en contra (lo hizo en primera ronda ante Charlotte), los Raptors solo necesitan una victoria más para alcanzar una cima histórica hasta ahora imposible de coronar.