Ahora forman, tras cinco años jugando juntos en Toronto, uno de los mejores dúos de backcourt de toda la competición. Con el permiso de Houston, Golden State y puede que poco más (beneficio de la duda con Washington), DeMar DeRozan y Kyle Lowry son pareja de máxima élite en la frontera del perímetro y también mantienen una gran relación personal. Sin embargo, sus enraizados lazos fuera de las pistas no siempre fueron tales, ya que durante su primer año juntos en los Raptors ni se dirigían la palabra.
Lo admitió DeRozan hace solo unos días en el podcast de ESPN con Adrian Wojnarowski al aparato. Durante su primera temporada bajo el mismo techo (2012-13), apenas se hablaban y ni siquiera tenían en su agenda telefónica el móvil del otro.
«En mi primer año con Kyle (Lowry), no nos dijimos una palabra el uno al otro. No hablábamos. No tuvimos una conversación. No salíamos juntos por ahí. No íbamos a cenar. No nos sentábamos uno cerca del otro (se supone que en el vestuario). No tenía su número de teléfono», explicaba DeRozan de su relación con Lowry en el primer ejercicio de su carrera juntos.
En aquella ocasión compartían paredes con José Calderón, Andrea Bargnani o Rudy Gay, en teoría los ‘capos’ de aquel clan canadiense.
Posible traspaso de Lowry
La relación entre ambos se acercó en su segunda experiencia en Toronto; tanto así que DeMar llegó a pensar en solicitar su traspaso fuera de los Raptors cuando se percató de que (en la temporada 2013-14) la organización podía pensar en traspasar a Lowry.
«Si te traspasan, yo pediré el traspaso también, le dijo en su momento DeRozan a su compañero de backcourt, apenas una campaña después de ni cruzar palabra con él. Se habían hecho inseparables gracias a su enorme compenetración dentro dela pista. Aquel año solo llegarían hasta la primera ronda de playoffs, pero dos más tarde se plantaron en las finales del Este ante Cleveland; hasta ahora, ese es su techo jugando juntos.
De ni hablarse en su primera experiencia juntos