Sorprende ver lo que han cambiado las cosas en Phoenix en tan solo un verano. Tras ser el peor equipo de la NBA la pasada temporada, los Suns han pasado a convertirse en uno de esos equipos que, aun sin generar una gran expectación a nivel de resultados, tienen una base sólida y resultan atractivos para el aficionado. La llegada Trevor Ariza, uno de los agentes libres más interesantes del mercado, y dos de los nombres a seguir del pasado Draft 2018, DeAndre Ayton y Mikal Bridges, le ha dado un nuevo aire al equipo, que espera también una notable evolución de Josh Jackson.
A todo esto, se ha sumado la renovación de Devin Booker, llamado a liderar este proyecto al menos en sus primeros años. El escolta firmó un contrato de 158 millones a recibir en cinco temporadas, lo que le concede una responsabilidad que afirma estar listo para asumir. «Siento la presión de hacer triunfar al equipo y a la ciudad» afirmó en una entrevista para la cadena CBS. «El equipo ha apostado por mí para asumir el liderazgo y creo que estoy hecho para ello. Estamos en una posición mucho mejor que la teníamos el año pasado. Es hora de ganar», explicó.
El escolta de los Suns también habló de las nuevas incorporaciones, en las que demostró tener plena confianza: «Con los nuevos traspasos y la llegada de DeAndre, este es el mejor momento de la franquicia desde que soy parte de ella», comentó, y continuó con elogios a Ayton. «Ha tenido una Summer League increíble, jugando como debía, sin forzar, y dominando en ambos lados de la cancha. Es la amenaza interior que necesitamos para generar espacios para el resto».
Booker promedió la temporada pasada 24,9 puntos, 4,7 asistencias y 4,5 rebotes, las mejores cifras de su carrera en todos los apartados. Ya nadie duda de su capacidad para ser una estrella de la Liga, y esta vez cuenta por fin con un plantel con potencial para hacer grandes cosas. Aunque este no debe ser más que el año de asentamiento de un proyecto a largo plazo que se percibe con gran ilusión.