Revitalizado tras su salida de Chicago rumbo a Nueva York, Derrick Rose vive estas semanas con los cinco sentidos –seis o más si pudiese– puestos en que su andadura como ‘knick’ marque el relanzamiento de su carrera así como el inicio de una exitosa época en la Gran Manzana.
Para ello, Rose entiende que depender cada día menos de su físico –tan castigado por las lesiones– debe ser el principal objetivo de cara a reconducir sus acciones en la cancha.
«Hablamos de mi juego a media distancia. ¿Cuántos tienen un rango medio de tiro actualmente en la NBA? Este es un lanzamiento eficaz para mí. Miras a alguien como Kobe, que fue capaz de adaptarse durante 20 años a cada estilo de la NBA a base de duro trabajo. En estos días, no puedes estar en la pista sin tener tiro. Mi verano se ha centrado en más y más lanzamientos. Además, también se trata de acondicionarte y estar listo a nivel de ritmo. Nos fijamos en Cleveland y Golden State y vemos cómo llevan el partido, cómo empujan […]», explica en declaraciones a NBA.com.
Entendiendo que él mismo es parte fundamente del proyecto trazado por Phil Jackson, Rose se muestra realmente entusiasmado con la plantilla que han formado los Knicks; tanto es así que no duda en utilizar el sobrenombre de «super equipo».
«Las expectativas son altas. Quiero decir, con los actuales equipos están diciendo que Golden State y nosotros somos super equipos mientras quieren igualmente que estos no se construyan, el propio Adam Silver ha salido hablando de esto. Sobre nuestras expectativas sólo diré que todo lo que queremos es ganar. Hablo de Melo y de todos los chicos con los que le han rodeado. Brandon ha firmado sólo un año y debe demostrar por qué está aquí. Yo tengo que demostrarlo. Joakim tiene que demostrarlo. Todos intentan demostrar lo que valen. Cuando tienes un grupo como este, es como: ‘bien, sé que todos quieren hacerlo, así que vamos a intentar conseguirlo de la forma más sencilla posible y tratar de ganar partidos'».
Triángulo ofensivo
Como cada temporada desde que Phil se puso a los mandos del barco ‘knickerbocker’, el triángulo ofensivo, así como su ejecución más o menos fiel, entra en escena.
«Cuando se piensa en el triángulo se podría hablar de la vieja escuela. Bueno, más bien podemos decir que ayudó y funcionó con determinados equipos. En nuestro caso, tenemos a Melo, tenemos a Porzingis que puede estar en el poste. Si consiguen aislarme en el codo, o simplemente tener un momento liberado, creo que podríamos trabajar de esa forma. Hornacek me dijo que el triángulo tendría que variar para jugar muchos pick & rolls y desde allí iniciar los movimientos. Decida lo que decida debo encontrar mi sitio. Creo que el triángulo nunca se jugó con un base atlético. Todo lo que hacer es asegurar que mi catch-and-shoot sea muy bueno».
Menos bola en sus manos
Dado que siempre ha sido un jugador que ha realizado su baloncesto partiendo de un gran tiempo de posesión, Rose fue cuestionado igualmente si el hecho de verse sin la bola perjudicaría a su juego. Lo niega tajantemente. «Me adaptaré. Puedo encontrar la manera de hacer mi trabajo. No importa si tengo la pelota en las manos o no. Siento que podré encontrar el camino para ser un punto positivo mientras esté en la pista», finaliza.