Dion Waiters quería lucir el nº 13 de Harden; los Thunder lo desaprobaron

Parece que Dion Waiters, ex jugador de los Cavaliers recién traspasado a Oklahoma City Thunder, se empeña en estar rodeado de polémica hasta en los asuntos más triviales.

A su llegada con el cartel de anotador revulsivo, Waiters puso sobre la mesa su primera demanda: quería adornar su nueva camiseta con el número 13 a la espalda. El último jugador que exhibió esos dígitos fue James Harden.

Precisamente, durante su estancia en los Thunder, Harden ejercía el mismo papel que, a priori, Waiters viene ahora a cumplir: adoptar el rol de sexto hombre comandando la segunda unidad —parca en los últimos años— en anotación. Sin embargo, la distancia en calidad y aportación entre uno y otro, por ahora, se presume abismal.

Harden, una aportación difícil de igualar

Los motivos por los que en Oklahoma habrían vetado que su nueva adquisición se hiciera con este número varían según las partes. Desde un prisma externo podría pensarse que Sam Presti, General Manager de la franquicia, querría enterrar todo recuerdo ligado a uno de los traspasos menos provechosos de la historia reciente.

Hace poco más de dos años, enviaban al Mejor Sexto Hombre de la NBA a los Rockets a cambio de Kevin Martin, Jeremy Lamb y rondas del draft. Viendo las consecuencias, se cumple lo que se podía presuponer sin esfuerzo: fracaso absoluto para los Thunder. Desde entonces, Durant y Westbrook han perdido a su mejor socio mientras que en los Rockets están gozando del cenit de un candidato al MVP de la temporada.

Durante su periplo thunder, Harden promedió 16,8 puntos, 4,1 rebotes 3,7 asistencias en 31,4 minutos. Quizás una losa demasiado pesada para Waiters. Una comparación que, lejos de jugar a su favor, le podría perjudicar.

Anthony Slater, de The Oklahoman, explicaba, vía Twitter, los motivos que desde la franquicia le habían dado a Waiters para rechazar sus pretensiones.

¿Por qué llevas el 23?

Ellos (los Thunder) no tienen ningún número. Yo quería el 3, quería 1. Ellos no los tienen. Así que les dije, OK, voy a coger el 13, porque quería 1, y no lo tenían. Entonces el 13, y me dijeron que no querían que me lo pusiera. Me han dado el 23, y yo no quiero usar el 23. Mi número favorito es el 3. Pero ellos sólo me dieron el 23.

¿Te acuerdas de quién llevaba 13?

Sí, James (Harden). Así que ellos no querían que me pusiera el 13. Supongo que quieren que yo tenga mi propia identidad. Voy a hacer que el 23 luzca bien, sin embargo.

Mal comienzo para el nuevo ’23’

Con el dorsal nº1 en manos de Perry Jones III y el ‘3’ retirado en honor a Gus Williams cuando la franquicia aún estaba afincada en Seattle, parece ser que en las oficinas opinan que es más fácil lucir el número del mejor jugador de todos los tiempos que el de la barba y su dorado presente. Otra cosa, como padecer triscaidecafobia –miedo irracional al número 13–, suena menos creíble.

Confirmado el traspaso, Durant tenía sus primeras palabras para su nuevo compañero: «No estoy diciendo que él (Waiters) sea el reemplazo de James (Harden) porque eso ya está en un pasado lejano. Pero sabe jugar, puede salir desde el banquillo, anotar y hacer jugadas. Él es un jugador muy bueno».

No obstante, ese pasado parece no ser «tan lejano» en los despachos de la franquicia.

En todo caso, en su primer partido y ya con el ’23’ a la espalda, el camino empieza empinado para el escolta. Debut con derrota ante los Kings y 4 puntos para una desastrosa serie de 1/9 en lanzamientos en 22 minutos de juego. No hay que crucificarlo. Como el propio jugador han dicho, tiempo hay, y lo ha demostrado ya varias veces en Cleveland, para hacer que el ’23’ luzca bien.


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