Ocupa todas las portadas, abarca decenas de titulares —que se lo digan a nuestros lectores—, su nombre se multiplica en toda noticia que verse sobre romper récords. Stephen Curry hace sombra a su propio yo. A ese Curry del pasado reciente que se alzó con el MVP de la temporada 2014/15.
Poco nos queda por añadir ya sobre lo que está haciendo el playmaker de los Warriors esta campaña; lo sabéis de sobra. Que Curry es el candidato número uno para repetir MVP es algo tan irrefutable como que Kobe Bryant no volverá a jugar unos Playoffs con los Lakers.
De hecho, existe un estudio estadístico, realizado Basketball Reference, que, mediante una serie de variables, predice los porcentajes que tiene cada jugador de llevarse los votos de aquellos encargados de emitirlos a final de temporada. Actualmente, Curry acapararía el 77% de ellos. Para no dejaros con la curiosidad adjuntamos el enlace en el que se comprueba que el segundo lugar no lo ocupan LeBron James ni Kevin Durant, sino Russell Westbrook, con el 7,1%. De hecho, James ni siquiera —recordemos, según este estudio— está entre los cinco primeros postulantes.
Con veintitrés por delante
Con todavía muchos partidos por delante, hay alguien con bastante voz en esta liga que no necesita ni una noche más. Lo que ha visto ya le resulta más que suficiente. El técnico de Los Angeles Clippers, Doc Rivers, le daría hoy mismo, si de él dependiese, el Maurice Podoloff al base de Golden State. «Steph ha ganado claramente el MVP. Se lo ha merecido», afirma en declaraciones recogidas por Sam Amick, de USA Today.
Sin duda no debe ser el único que haría esta entrega no oficial obviando lo que queda de campaña. Al menos, este redactor que os escribe comentaba hace un par de días que —toquemos madera— aunque Curry se rompiera el cruzado mañana mismo, no sería motivo suficiente para negar dicho trofeo a un jugador al que le han sobrado noches de exhibición para ser su digno y único merecedor esta temporada. No porque otros jugadores no lo merezcan, sino porque lo que está haciendo Curry desde final de octubre, empequeñece sus méritos terriblemente.