Doc Rivers tiene un amplio historial a la hora de despejar balones. Rara vez el veterano y reputado técnico admite responsabilidades cuando las cosas no van como deberían. Los Milwaukee Bucks, equipo que tomó a mediados de enero y con el que acumula un 3-7 en sus primeros diez partidos, ya han sido testigos de esta costumbre de Doc. «Tenemos a algunos jugadores aquí… Y otros que están de vacaciones», dijo sobre el compromiso mostrado por los suyos en casa de uno de los peores equipos de la temporada.
Lo cierto es que el partido de Milwaukee transpiró esa misma sensación de la que habla Rivers. De hecho, antes de esa frase, el técnico señala la falta de concentración con la que el conjunto de Wisconsin había comenzado la segunda parte. «Fallamos un tiro y nadie corrió hacia atrás, eso te dice todo sobre el partido de hoy».
Curiosamente, el que no podrá irse de vacaciones hasta el próximo domingo será él, ya que le tocará ejercer como entrenador del partido del All-Star en el equipo de la conferencia Este. A pesar de su nefasto récord desde que llegó al banquillos de los Bucks, el equipo continuaba segundo del Este cuando se anunció quién estaría en la banca del partido del domingo. Y, como Joe Mazzulla ya lo fue el curso pasado, la responsabilidad fue a parar a Rivers. Merecidos o no los días libres, los Bucks jugaron ayer su último partido hasta el que disputarán en Minnesota el próximo viernes 23 de febrero ante los Wolves.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)