Dominique Hawkins, sueño NBA y tentación NFL

¿Baloncesto o fútbol americano? En el especializado deporte profesional, esta pregunta raramente se responde pasada la adolescencia. Pero un candidato al Draft de 2017 puede todavía preguntárselo de forma legítima. Dominique Hawkins, tras terminar su carrera universitaria con Kentucky, está entrenando con el Draft de la NBA en el horizonte, pero a la vez con la posibilidad de un futuro en la NFL en la recámara.

Visita inesperada

Hawkins, de 22 años, no aparece en las principales previsiones del Draft. Caso atípico en los Wildcats, el escolta completó su ciclo de cuatro años a las órdenes de John Calipari, promediando 4,7 puntos y 1,7 asistencias. Su falta de minutos en la NCAA y su altura (1,83 metros) no juega en su favor, pero sí su increíble físico. En salto vertical, Hawkins es capaz de alcanzar 1,1 metros de altura, algo al alcance de muy pocos jugadores.

Estas condiciones atléticas son las que han atraído la atención de la NFL.  Concretamente, su velocidad y salto le hacen ideal como defensive back, una posición de fútbol americano en el que la mayor virtud es interceptar pases largos. De hecho, durante un entrenamiento que realizó para los Lakers, representantes de los Dallas Cowboys de la NFL aparecieron para verle de cerca, según el Courier-Journal, medio de Kentucky que sigue a la universidad de cerca.

Pero, de momento, el principal objetivo de Dominique Hawkins es seguir disfrutando del baloncesto, aunque sea jugando en el extranjero la próxima temporada. Así lo aseguraba Allen Feldhaus Jr., su entrenador de baloncesto en high school. Hawkins intentará alargar su sueño NBA hasta el Draft, antes de abrir quizás su carrera profesional fuera de Estados Unidos. Pero la posibilidad de la NFL estará presente si desea tomarla.

La tentación NFL

El caso de Dominique Hawkins no es único. El mundo del fútbol americano se ha interpuesto en la carrera de baloncestistas durante varias décadas. John Havlicek, uno de los mejores aleros de la historia, fue elegido en el Draft de la NFL en 1962 como receptor, haciendo incluso una pretemporada con los Cleveland Browns. Otro integrante del Salón de la Fama como Wilt Chamberlain también fue tentado por la NFL en su día.

Más recientemente, el caso más especial es el de Charlie Ward, quien como running back de Florida State ganó el prestigioso trofeo Heisman que honra al mejor jugador universitario. Pero Ward, quien también llegó a ser elegido en el Draft de la MLB de béisbol, se decantó por el baloncesto. Aunque nunca fue una estrella, gozó de una larga carrera de 11 temporadas, jugando casi una década como base en los Knicks.

Entre jugadores más activos, Tarik Black destaca entre todos. El hoy pívot de los Lakers recibió una oferta muy especial cuando tras salir de la universidad de Kansas: probar en los Green Bay Packers, invitado por su estrella Aaron Rodgers. Black confesaría que su pasión es el baloncesto, algo que le ha permitido ya vivir tres años como profesional pese a no ser elegido en el Draft. El camino seguramente soñado por Dominique Hawkins.


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