Cada jornada que disputa supone un hito para Luka Doncic. Ese es el nivel al que se está moviendo en este comienzo de temporada el base esloveno de los Mavericks. Unas noches logra su récord de anotación o se convierte en el jugador más joven de la historia con cuatro triples-dobles en los ocho primeros partidos del curso; en otras noches, y sin llegar a ese clímax estadístico, sigue dejando claro que se ha convertido en el (gran) líder de una franquicia NBA en solo su segunda campaña en la liga y con apenas 21 años reflejados en su DNI.
En Memphis, Doncic solamente necesito los tres primeros cuartos para encauzar el triunfo de los suyos por 122-138. En ese tiempo, llegó a rozar otra vez el triple-doble gracias a 24 puntos anotados, 14 rebotes recogidos y 8 asistencias dadas. Cuando completó su misión, Rick Carlisle usó la máxima de «a guardar» y dejo al ex del Madrid en el banquillo en el último periodo. Y los Mavs fueron capaces de seguir manteniendo con cierta comodidad su ventaja en el marcador.
«Ha sido un gran esfuerzo desde el comienzo hasta el final. Hicimos una gran contribución desde la base. La segunda unidad también estuvo muy bien cuando le tocó salir a dar la cara», relataba un contento Carlisle. Ese esfuerzo se vio plasmado en que, aparte de Doncic, hubo hasta ocho jugadores de los texanos que alcanzaron las dobles figuras en anotación. Tim Hardaway Jr. sumó 20 tantos, por los 17 de Justin Jackson o los 16 de Seth Curry.
Los locales no pudieron contar con la participación de Ja Morant, fuera por descanso. En esas, Jaren Jackson Jr. logró un 10 de 17 en tiros que le granjeó 23 puntos; mientras que Jae Crowder acabó con 18 puntos.
«Los números finales no son tan reales. Hemos hecho un mejor trabajo en defensa de lo que se plasma en las estadísticas», añadió el pívot de los Grizzlies, Jonas Valanciunas.
(Fotografía de portada de Ronald Martinez/Getty Images).