Lo ha conseguido. Cuando peor estaban las cosas para Cleveland, Donovan Mitchell rugió como sólo hacen las superestrellas para remontar en el séptimo partido ante Orlando y citarse con Boston Celtics en las semifinales de la Conferencia Este.
El jugador franquicia de los Cavs ha demostrado ser con diferencia el mejor jugador del Cavaliers – Magic. Entre los partidos seis y siete de la seria acumuló hasta 89 puntos, siendo esta la segunda mayor marca de la historia sumando esos dos partidos, sólo por detrás de los 90 que hizo Allen Iverson en 2001. Es para estar orgullosos, pero no por ello Mitchell entiende que deban celebrar de manera desmedida su pase a segunda ronda.
«No quiero que suene como una falta de respeto, pero en realidad esto no significa mucho. No hemos llegado hasta aquí para simplemente ganar la primera ronda. Logramos un objetivo, ahora tenemos que hacerlo de nuevo. Esa es la mentalidad que tenemos», comenta antes de recalcar sus problemas físicos no serán excusa para nada.
«Estoy cansado de perder en la primera ronda. Trabajas demasiado duro. Trabajamos demasiado duro. Mi forma de pensar era estar en modo ataque. Físicamente tengo el problema que tengo, pero luchará con ello, lo resolverá y ya veré sin necesito rehabilitación más adelante», señala.
Cuando la victoria estaba casi asegurada ante los Magic, el público del Rocket Mortgage FieldHouse empezó a corear: ‘¡Queremos Boston!’ Para Mitchell es un reto más, uno al que sabe que llegan sin ser ni mucho menos favoritos. No le importa.
«Estoy bastante seguro de que todos piensan que van a venir y patearnos el trasero. Así que, para nosotros, se trata simplemente de seguir siendo sensatos en todo momento y ser quienes somos sobre el parqué. Eso es lo más importante», concluye.
(Fotografía de Jason Miller/Getty Images)