Dorian Finney-Smith siempre estará agradecido con los Dallas Mavericks, no solo porque fue el equipo que le permitió debutar en la NBA tras haber sido ‘undrafted’, sino por algo más grande que el baloncesto: la libertad de su padre.
Brad Townsend de Dallas Morning News escribió un reportaje en el que cuenta cómo la organización ayudó a que Elbert Smith Jr. recibiera la libertad condicional por un caso de asesinato en 1995. El propietario del equipo Mark Cuban, el general manager Nico Harrison y el ex head coach Rick Carlisle apoyaron al jugador durante todo el proceso y, además, ofrecieron testimonios por escrito en la audiencia de Smith.
«Me alegro de que hayamos podido ayudar. Estamos indescriptiblemente agradecidos al señor Kilgore y contentos por Doe Doe (apodo de Finney-Smith) y su padre. Doe es un tipo especial. Se lo merece», manifestó Cuban.
Jerry Kilgore, ex fiscal general de Virginia tomó el caso después de meditar la decisión varias semanas. El abogado fue convencido por el jefe de personal de las compañías de Mark Cuban, Jason Lutin. Posteriormente, la Junta de Libertad Condicional de Virginia falló 3-0 a favor de la liberación de Smith Jr. «Lutin es el GOAT. Me dijo: ‘tu siempre eres de la familia’ y lo respaldó con sus acciones. Él podría haberlo dejado en un segundo plano, sobre todo después de que me traspasaran», aseguró Finney-Smith, quien desde febrero forma parte de los Brooklyn Nets.
Smith Jr. y Diefen McGann fueron acusados en 1995 de asesinato en primer grado de Willie Anderson II. Ambos fueron a cobrar una deuda llevando cada uno revolver y se produjo una pelea en la que Anderson intentó quitarle el arma a McGann. Smith confesó que luego se abalanzó hacia Anderson con un cuchillo quitándole la pistola de McGann, quien finalmente disparó tres veces contra Anderson.
McGann se declaró culpable y sirvió cinco años en prisión, mientras que Smith Jr., por recomendación de su abogado, rechazó llegar a un acuerdo con la justicia y fue a juicio en el que terminó condenado por asesinato en segundo grado y lesiones dolosas. Este tipo de condenas conllevan a una pena de 44 años.
Finney-Smith nació en Portsmouth, Virginia, el 4 de mayo de 1993 de modo que ha visto a su padre tras las rejas casi toda su vida. «En el baloncesto los jugadores no suelen sacar estas cosas a la luz pública, pero los Mavericks son diferentes en la forma de relacionarse con el atleta. Agradezco todo lo que hicieron a puerta cerrada. Siempre voy a tener amor por Dallas y la organización», concluyó el alero al diario texano.
(Fotografía de Ron Jenkins/Getty Images)